Año U, Número 1^. Mártesiy de ^l Ude 18$J. \C ^ ...U-., .'^-Li L i-.--^ i DIRECTOR i i;r-n.!)'fn - '(i í ir' En C-rranuda, por un mes. 9B 'l]> Y ADMINISTRADOR, , . •:i ',vv ■ En el resto de la Península, por tres meses. . . En el Extranjero y las Antillas, por un serqestre. V ■ i • IViJIS ,SHCO DE' IT CE NA . 1 » H OFICINAS K IMPRENTA: AGUILA. &. . Los de. arrendamientos, se publican ^ralMitamente.— La inserción de los demás se abona con arreglo á tarifa.— A los susentores so le insertará gratuitamente,, duranre tres dias cada mes, un anuncio que rió exceda de cinco líneas. TRES JOYAS DEÍ ARTE COSÍ HPOllÁSEO, 0, EDUARDO FONT MORENO. (I) > m '■ ^ ~ ^«ÍÍ» '«fe' •wHtet.hi'Vt'V ■ : En - la Expi©sieion granadina del jafio de 1876 llamaba la atpilcion un pequeño lienzo, que nó atraía las miradas de la concur-; rencia por ninguno de esos aíracíiTOS á que tanto se inclina el fusto moderno, entusiasta de la brillan tez conv.encion'al del color, de la pueril ostentacion/de vistpsos, detalles de ■ líl deplorable tendencia al epigrama. . En este cuadro se notaba la, aspiración de un artista de genio a presentar, dentro de 1.a .modesta, esfera, de ía pintura de costumbres, el ideal del sentimiento "estético. El público, que demuestra,; gían acierto, para designar gráficamente esas obras, por desgracia muy escasas* que representan un asunto bien definido, lo tituló unánimemente, y sin previo .acuerdo,: Lfy Ucium ch la caria. El lienzo no "representaba lo que hoy se distingue con el nombre &t m&df o d» género. Era -un precioso idilio, que tal calificación puede darse .á esas escenas, de la. -vida, en que brilla el encanto de los aiás puros afectos. En . él .|io aparecia el manoseado recurso de exhibir picos trajes ^e época á que, muestran pi^dilecciQn ciertos artistas, cuyo, ideal se Cunda en la belleza objetiva. Su autor, el SivD. Manuel Gómez Moreno, manifestaba en él una tendencia nueva al renacimiento d«l arte sublime que # expresión yisi ble á, la belleza incorpórea:, veamos en la forma en que ^ealiz^^j. aritista.: su, in- -tenlpií Durante el período de efervecencia nacionalvde lajgaerrac. de Africa, .■ aparecen en el patio desuna casa de vecinos siete personas de la ciase menestral i alrededor de un joven que lee la carta de un soldado en campaña. Las diversas impresiones retratadas en las figuras, constituyen el asunto. La madre del militar ausente muestra eiir el sémblante^eSe ■sentimiento del alma cuya intensidad solo puede medir la que h| alimentado en sil 'S.e-; no y nutrido con su^sangr^ al hijo adorado cuyos peligros'?la extremecen y cuya ausencia llora. En sus rodillas uii..sér angélica! se esfuerza por distraer con inocentes caricias á la afligida madre; apoyada en la barandilla de la escalera hay una joven, que parece preocuparse más del lector que de la acción' que representa; á la: derecha, -una graciosa morena, cuyas formas revelan su estado , muestra á otra el retrato de su marido coni 9 una .complacencia perfectámente definida. IGsta- última aparece distraída, porque su pensamiento ;esíá fijo en el i contenido de la cari a<,uesperan do á a frase eai • q ue el elegido de su corazón calme la ansiedad que lo agita; uh'viejé. zapatero oye extasiado las liiperbó \ licás hazañas de l 'héroe que lucha por la pátri^,- rnientras él aprendiz, detalle gracioso! de un realismo perfecto, se aprovecha: del «ntusiasmo que preocupa á su maestro para diveTtirse con'un gato. ■En tan sencillo asunto,: en una pobre morada desprovista de vesos detalles de efecto que hoy se utilizan para buscar la belleza de artificio, en un fondo blanco que es el más ingrato á los contrastes armónicos del color, con tipos büscados en la más modesta clase .social, halló el talento del Sr. Gómez Moreno un rico manantial de poesía y sentimien' • - i/i.íoiiií ¿i^.-^prfífi.' \ % Este artículo fué escritó haee tres mepes para publicarlo en X^.Reti&ía de Granada. Por creerlo inUtesaní», ioy lo damos á luz, a^deciéndo i. su ■«Ww fi^a epa quenos disting lo. El amor maternal, sublime y santo afecto que nace entre un grito de dolor y «n dulce beso, y se extingue entre la última bendición y el postrer. suspiro. El puro afecto de ' un inocente niño que solo vé el dolor en una lagrima, y la felicidad en una sonrisa. El amor del corazón, que sentido por una vír-. gon vierte su aronia en esas, elevadas regiones en que no lo,. disipa la atmósfera del sensualismo. El amor conyugal, manantUl de afectos purísimos cuando lo sostienen la virtud y la fe; y finalmente, en el obrero bri-: lia el entusiasmo por ta pátria, noble sentimiento que ha transformado centenares de veces hombres rudos en héroes legendarios. ,,. No puede realizarse más modestamente la representación de esos ideales, verdaderas pulsaciones que dan el justo concepto del vigor intelectual del artista que, posee en toda su integridad esa facultad del alma que da expresión á la belleza incorpórea, y que representada por medio del arte pietórico causa en el espectador un dulce y tranquilo éxtasis ante la contemplación de bellezas del órden moral. Cuando observábamos este cuadro, sentimos una consoladora esperanza, al ver en, este ejemplar aislado una nueva tendencia á separarse de lá senda empren.dida por la escuela moderna^ que aspira frecuentemente á producir esa deplorable delectación de "los sentidos tan. funesta siempre al cultivo de las facultades del espíritn; porque es evi. dente que la misión de un arte que se llama ; nolde y bello, no puede ser la representación de escenas en que la esencia de estas cualidades se, hallen suplidas por artificios que no realicen la noble aspiración de ilustrar la inteligencia y producir un apacible, encanto. ■ Desde ;que en nuestra penúltima, exposición local se mostró" el Sr. Gómez More.no reformista en el color y estilo con su, precioso cuadro Una algarada árale, que fué premiado con la medalla de oro, puede cons/iderarse como la primera, etapa en la senda emprendida, el lienzo La lectura de la egkto, que obtuvo. igual premio y. á más una segunda recompensa al ser adquirido por acuerdo unánime de lá Excrna. Diputación, que dispuso fuese coiocádo en nuestro Museo provincial. El autor marchó dos años después á Roma, pensionado por la, misma Corporación,, para la que ha pintado en aquella capital dos cuadros, dedos que vamos á ocuparnos por, el gran adelanto que representan,' las bellezas que coalienen y la trascendental influencia que han de ■ ejercer en el renacimicnto de una escuela á la que nuestro artista ha de dar nuevo impulso^ imprimiéndole el sello de s.u privilegiado genio y las especiales aptitudes que muestra para ser su. maestro. . , ¡ m primero es un episodio de la historiare Granada en figuras de tamaño medio del natural, y representa el instante en que lá familia del infortunado rey Boabdil abandona para siempre el espléndido alcázar de la Alhambra. Antes de hacer su descripción, nos permitiremos decir las condiciones á que en nuestro criterio debe ajustarse este- género, el más difícil, exceptuando el religioso, do que nos ocuparemos al tratar del segundo cuadro. La pintura histórica se inspira en dos diversos propósitos. El primero, y á él pertenece el que nos ocupa, tiene por objeto representar hechos en los que, habiendo exposición de afectos' y pasiones, no producen otra impresión quc: el tranquilo placer que siente el ánimo ante la contemplación de la belleza y lá verdad de ja acción. El segundo, que bien podría designarse con el nombre de «r/Mk Omálfata aparece presa de un pesar intenso. Su pequeño hijo ve sorprendido una escena de dolor cuyo alcance no. comprende; interroga con sus lindos ojos llenos de lágrimas á las damas de la servidumbre preocu• das con su propia aflicción y solo una de ellas se adelanta á calmar con caricias el tierno llanto del hermoso niño. Esta escena se ha pintado magistral- de Pradilla,'y «Los últimos momentos de Fe- "mente: No cabe más sentimiento, belleza y lipe II,» de EsquiveL * verdad, en un asunto cuyo objeto es retratar Ambos propósitos requieren verdad irre- prdchable.en los accidentes-, indumentaria y la factible del lugar; carácter bien definido en los personajes," demostrado por las actitudes, expresión y todo lo que constituye el . lenguaje natural de los afectos y pasiones; disposición armónica para que la importancia de cada figura no decaiga por la mal entendida distribución én los términos visuales; foco de acción, á fin de que el episodio esté claramente definido y .no se distribuya por igual el interés presentando un conjunto monótono. Además, cuando se trata de representar personajes históricos conocidos,, es indispensable que aparezcan retratados, y cuando esto no es posible, so necesita que el artista los idealice ateniéndose al carácter y condiciones con que lo presenta la historia, y á los preceptos del curioso arte de la fisiognomonía, cuyo estudio puede hacerse en las obras del doctor Gáll; Lavanter y Cubí. Tales prescripciones hacen que á este genero se dediquen muy pocos, y aun fos que hallan en sí elementos para cultivarlo' con éxito, luchan con el. rigorismo. 'de la crítica por una parte, y por otra corr los grandes sacrificios pecuniarios que exige, dando por resultado' la imposibilidad de practicarlo. En su consecuencia, el grán arte si no se desarrólla en España no es por escasez de pintores de genio; la causa de su i lamentable decadencia es la. falta casi absoluta de protección oficial. . Terminada esta digresión,, cuyo objeto ha sido exponer la importancia y dificultades del género en que el Sr. . Gómez Morpno, ha j hecho su primera obra, entramos en su descripción... .■; r;\: H íífrki) -M&íé ; En el centro del cuadro y como foco de acción aparece la Reiná Aixa. en.actitud de salir de la régia estancia hácia un patio en que se ven esclavos, equipaos y servidumbre montada y dispuesta á la partida. Siguen á la Reina, Omalfata, esposa de Boabdil,- un.hijo de éste, familia, damas y .esclavas. A la derecha de Aixa y en el dintel del -pórtico, tres magnates moros presencian con noble y respetuosa actitud aquel acto doloroso. En la rígida apostura de la madre del Rey está retratada su alma grande y .varonil; deteniendo un instante el paso, dirige la altiva mirada á ~~ — . i A ' - . (1) Solo indicamos ejemplares muj conocidos per el éxito que obtuvieron y. por haberlos reproducido la íotegraíia, el grabado y cromolitografía. el dolor, la nobleza y , la altivez de una raza que fué vencida pero no humillada: una de las dificultades vencidas con más inteligencia en esta obra, es el fondo, compuesto de esos pintorescos detalles del arte decorativo árabe, hecho utilizando recursos hábiles de entonación, que sin amenguar el interés dramático ni el vigor de la composición, da un relieve á las. figuras que parece se agitan fuera del: lienzo. El Sr. Gómez Moreno ha revelado en el primer cuadro hecho en Roma un adelanto extraordinarío en el difícil arte. Muestra en él, á más de la corrección en el dibujo, suma facilidad en la expresión ^ie los afectos y justa entonación de color sin valerse del recurso, hoy generalizado, de sustituir con un brillo convencional la carencia de otras cuali- mm u ' 1 ';;::,:" ■ _ :; Se observa además una circunstancia- digna de fijar la atención y que da un concepto exacto del talento y noble sentir del artista, que al re^esentar este episodio histórico lo ha hecho con tal delicadeza, que si fuese posible presentarlo á la vista de los personajes á quienes retrata ninguno se considerarla humillado. ••; : ; ■ Algún cHtm de eáos que creen no hallarse en carácter sin mostrar sus aptitudes en algo, tenga ó no relación con el arle, han dicho que la. figura de Aixa es demasiado , íiept y /m: (usamos las mismas frases que están en perfecta armonía con el Criterio que revelan); para probar lo infundado de este juicio, recordaremos lo dicho á este propósito al indicar las condiciones que exige el géiiero histórico. Él arte gráfico y plástico no tiene otro medio para expresar los afectos morales que el lenguaje natural de las actitudes y la expresión, y ya digimos el'pápel quo ostenta esta figura pintada en justa armonía con . el decir de las crónicas y revelando un gran conocimiento ideográfico. Para juzgar con acierto obras de esta clase, no basta tener criterio artístico; se necesita además un prolijo estudio de la historia; el que carezca de él é ignore por lo tanto las grandes dotes-de inteligencia de doña Isabel I de Castilla y el carácter de su marido don Fernando V de Aragoñ, no podrá "formar juicio exacto del talento que mostró el escultor Bernardo Ordoñez, al labrar las estatuas yacentes que existen en la Capilla Real; el artista demostró el valor intelectual de ambos personajes presentando hundido el almohadón en q^ie reposa la cabeza de aquella céle-