iáJeiensos'^ f*~~ r - - 8® ©^^5 llpMMs&lslky PÍ^1B1.1I@ eia ¿i' r»"- 5=^: £Í3 ^ -^J í^: :'v.'"~;./-.-"' Ur'íA BXIStBIl ©-¿sé- • " ^ Tenemos- gran surtido M:-^ ^fíí^ JW"^ "^^^ tiS^^WWMii ^^^^ ai? £§11 ^ i ■ vr.^.v:' ■■ Sfáfefii Si ÜíS^S 5¿ @ i i B. m B* ¿J S> ra mm ¡i •TiitS.it ■ ---••/-■ ■ % to a . que el coclie' deTtitisma ' Fsrfd se ha vendido hasta íl áíajycos las B-asvss seforas % ; efectuadas el mismo — is' . disyenQO e'í suevo models de "•■ capota píeg^bk po? vsm sois . pSiSons — liace que ss precio A^SÍ;' S€a aducido coraosiádo -:ff-::::ayn e¿ FSIG? que representa. Mió A ÍQS ciieníss siíés ^MH^tá, para ssé-' rsclatnscioíies, M | aá recibe iimaéo v Mil® fy/tó Se*^ 41 Vetó ioái'íiiagg p igujii | ptei jys^tsr PREGLOS ECONOMICOS ÉÉi. - mu mm Bi !S.-CFEEIIE s ta ÉBÍM Q-v's.a ciajt di-, haéspsdec^ ti* iasda es c--nt..'0 G-rsba#4 .s bs^go 3«t ?;o|'ic»-í'o.ds.grf-. «0, 'Pasa' f&ftéjriesiSíHaí' po? los diQGf. -par¿i|c2puFj¿ü.5ü| B Snero preparado cospuss- S . , . ^1 to de bicarbonato de sosa $k M Qfi ^ pnrísimo y esencia de anís, -^l mmm U ?esta es la FamaBía pe Ben iossls pofites mm [ fiid - fosfato de cal 11 ¡2? i gggEtg es ^ws: AñtQído Msliiia iálléf és (Preste ¿"la Facetad ds STagícína) IM I En el E. .0, de la previseia de ||f^ ! cha 22 dsi actual apjrece un anuncio " ; abriendo concurso durante 20 tílaa, a pr-ríir del 23, para admitir propo- Mm 'FÍcíones de ame.'- do de un loco! para 1 I$8 oficinss cel Distrito Foreatal, ahora 'instaladas en esta Capital, caile Ancba de la Virgen n.s 16-1.* bajo el tipo do alquiler mil trescieaíae cín» , ciu-nia pesetas anuales con e! descuertto de 1 y 2 décinas por 100=. ■dos'fcáb-itsoíoEes asjplkg; sitio bles o CGS£ SBáíoga y eíro implio iocftl pa?s OSSÍCZ o CGoh.sa que no ©gíéa m aao, vesdo na Qísmen coa imn^jorafales vís■¿s.á.— Fasrs isfosHia», os esoe auas.— Osees! Bija, p MHflÉi iiiÉÉMliMfi Comprad cd gr^sa para obras - y de estuca?. En esta acredíi^da casa, cateto de Jaén número í¡7. ' E! lengón, "se ! vende a gr^qa aín coa ¿e- encía §p oMdad iss srSss: :camino de sen, ñümerc; 6?, fcl Méagáií! Convulsiones, vértigos, temblores, desyimsci' mieníos, agitación nocturna, insómñíóSj palpitaciones j migraSáj pérdida ée la memoria, ssráa/coages" íidnes celébrales v demás enfermedades nervios^ se curan tomando el acreditado ELÍXIR ■Venta: Barcelona, Farmacia Bertrán, Jtma^eras num, 11; Granada, Droguería Argentina, Álhókdiga núm. 2 y buenas Farmacias. - POUDFiB" PEONÍA t i i mféaMú BE EÉzd, ^ I / "...ÉS WSff©g -eDa IseKs f ■•í-íiíi?: pará casa da los paá^e.'. Rsgós, ea el estanco do la Cméfs Df.jrro, pí¿ ES Q^í-ísíQa SQ el Camino do Ca¿ftí.-Pí.sa. trsiía?, Ss,s José Baja. 36, de 10 ás l.í maSsna ai 4 de la. ta?díi. ; de yeíerín2ría: dirigida por los ssño^' •res Aragonés -y F. Ferrar. Se cásaa Míínvcéi 'rC>r-7~.-''\ 'mmmsmm : §E lil IE usa motoelGlsta sn-sTa, cea tezssmtsipn, coa frcis eógiaatas 7 óaatso matgps dé ís rgo, odíf 60 eatimsíros, g?nesa -cajas á# LOS SOBSES DS POLVO 3 PEONÍA SON LOS MEJORES. MÁ"'; PSRFU ?/i áDOS, Y SOLO CUESTAN VEÍN TíCINiTO CSNTIMOS EN TODOS LOS SSTAELBCI■ MI EN TO S lOifeaf^s da zln». t?í=í'.v^. TssabS .án 33 vsnde ta j Sal'^sffis^ 1.4,— ^ranaáB: | ¿Quiere r.stad tens? los batcocéí'j cierres biarj ado? ¿gáoa y oreseatadeaf Loa pné*3é usté i tener con persiap de cpv^áad-g '.gran InjO; nanea visfc sa OiÉeaáa." r os- preciosas Sores f dibujos.. Gr£/ »• surtido eu nersiaafir ■^«st gó pisEÓ en el color y de SJ^24 • ásaáíá¿a.-2if íeraa deínocc deíoaís ¿cj ecoeid mices. S¿ Ja eass QHcaiás |or surí/'ii- - Dreseata en Orsaiús 1 más SSJ¿V&.Í /s ios paave^ üs^c-a el . están- toda tí^e d$ eteedsdes qaeafec- QülMBE^ BB » ^W^yave eiosla Blpaüe^n'^-áíis,- - • '•^lása W&fa*. ááaim í, i ' Jabón Ss moda Maricel L^-Saiisfesí S£ áaeeá instalaciones de •molinos dc>«ej*its -r fcarineres, y de bomo» pWa pozoár/epajaclones de locomo^ák*/, fefBadiaas y ayeníadc-rsSjjnotods ga? pobre, sa&a. 6 TOMO 11. Nú^sro IOS K»E ALEJANDR©- DOMAS feEÉg rssdt-cdén ds p ¿e V. — lili IMSI fliii g| \M TiSSI — Cails ¿sá Afc« del Xeaíso, 2i y aa.-'Barctíoaa. —Veamos, Cuénlamelo todo. \ El Jdten llevó su heroísmo hasta sonreir, —Señor, nn gran rey como sois vos no puede descenderá tales confidencias. —Sí tal, Enrique, sí tal=-dijo el re37— Habla cuéntame, me distraerás. — Señor — ^respondió el joven con alíivez^Vaesíra Majestad se equivoca. Debo decirle que no muerto ee aolbr al recibir la or den de partir... —Señor, habría sido para mí su irepíe pa.!2-ia, como para ocui tar su ei:: tarazo. - El rey se criizó de brazos y miró .a Jovcu-se, diciende: que =íAhi mi pobre coede. me pai? est-áá algoiccG. tu rej? ha conocido los dolores de un amor desgraciado. — Si lo sé. señor antes... — Compadezco, pues, tus sufrímisn^Ci —Lo cirares sobrada bondad E' ioven se soird-ó insfemente ^or p^rte de ún re^. y contestó;» _ ' — ÍSÍO; escucho, pej-que, cuan- — íOhl lo esioy del f udu, senér, do vo sufría lo Qne íú sufren, y Viíésfra-Msjesíád.Hare mal en nada me abvíaba v uada habíi merjírlas p>.iabVas cc-r^go. sul^ríor i mí más qpf eí pbáer — Enfonces, ¿es de v-.ras, amí-jde-Dlos; mienirs-squé tú, amigo go mío? jü-uo, tieneo ayuda en mí, Joyense ahogó un sii^pifo. I — ¡SeñoJ Y, por corisíguieníe, puedes i que mi desgracia constituye mi esperar el fin de tus penas— añadió el rey con afectuosa ínsteza. El joven movió la cabeza en señal de. duda^ — Bouchage, serás feliz o cesaré de llamarme el rey de Francia —dijo Enrique. — íFelíz^ye- íay, señorí eso es imposible- — —dijo el joven con amarga e inexplicable sonrisa. -^•¿Y por qué? — Porque mí dicha no es de este mundo. ^-Enrique — resistió el rey,— vuestro hermano, al marchar, os recomendó a mí como a un amigo, y ya que vos no consultáis lo que tsucís que hacer, ni con la sabiduría de vuestro hermano el cardenal, quiero ser para vos un hermano mayor. Veamos, sed coi>| fiado, y decidme vuestras penas, Bouchage; yo os aseguró que para todo, escepío para Ir. mueríe, hallaría remedio mi poder. coustituye mi único, go.ee, -^Bouchage, estáis , loco y es mataréis con quimeras, yo os lo digo. — Ya lo sé, señor— respondió tranquilamente el joven. —Pero, en im— exclamó el rey con impaciencia, lo es un casamií uto lo que deseáis íiacer, o de-, seáis ejercer influencia? — Señor, lo que deseáis ejercer influencia? — Señor, lo que deseo es inspirar amor, y sabe Vuestra Majestad que todo el mundo es impetenie para prcemarme ese favor. Yo solo debo obtenerlo, y obtenerlo para mí. • — Entonces, ¿por qué desesperar? — Señor, porque veo que no lo obtendré ñusca. —Inténtalo, hijo mío, inténtalo. Eres Hco y joven, ¿qué mujer puede resísíir a la triple influenj cía de la belkzaj del amor y de la --■^Señor— respondió el jcver!,ijnventiid?|No la hay, Bouehage, arrodillándose ante el res7. — no j no la hay. me confundáis con una bondad a \ — íCnánta gertfe en irí lugar la que no puedo responder. Mi i bendeciría a Vuestra Majesía< desgracia no tiene remefíic, por- ■ por su excesiva indulgencia y sa, y al verme sonreír, todo el i que par a claro de luna. por el favor que me dispensal Ser querido por un rey como Vuestra Majestad es casi tanto como ser querido por Dios,,— - --¿Acéptas, entonces? i&gñi No digas nada si quieres ser discreto, que yo tamaré informes y haré dar cié/ tos pasos. ¿No sabes lo que hice por tu hermano? Haré por tí orre tanto, aunque haya de gastar otro tanto. Bouchage tomó la mano del rey y acercó a ella los labios, diciendo: —Que algún día me pida Vuestra Majestad mi sangre, y derramaré hasta la última gola para mundo creerá gne soy el mas fe? Ifz de los bes^bres. - * / ■ ■=Si pero yo labré lo contrario, miserable íestarudo. y tsñ - crríidümbré me entsiztecerá. —¿Me. pernñíe : Vuestra Majestad que me retire?— -pi'^g'^0 Bouchage. —Sí, hijo mío, vete y .prceu^ ser hombre. El jovea besó la mano del rey, fué a saludar a la reina m£&"f/ pasó árgnllosamenfe pc^r del?^*? de Bpetfíón que BO 'ie'.'ialutlab3» f\ '■ salió. XXV probarle cuánto agradezco la pr-c lección que rehuso. Enrique volvió la espalda eonl Fiuma reja & blueis despecho. ' ■ — Á decir verdad, estos Joyeuse son más testarudos qne los Valois. H? aq:?í uno que va a venir -todos los días a enseñarme su cara mustia y ojerosa. iQué agradable segal (cómo se ven ya tantas caras alegres en la corte! íOhl señor; no tema Vuestra Mates COi] Después á' ¿ habernos ecap^ de los'homi- ^es, ocupémonos poco de lar : cosas. . ¿% Eran la' .: ocho de la nocne/ . casa Roberto Báquet,^. ^ - - . r íy -■< -