■Si PS^IODKSO LITERARIO CSB^TIFSCO. AÑO 1. SB PUBLICA foHos Jos dominaos «=» Eti Biüa , 5 rs. al mes , fawra, 12 el trimestre. I Baza ^27 de Diciembre de 1857. SE SUSCRIBE en la imprenta de D. Antonio Alvarez, calle del Agua número 44. N.0 25. LA CARIDAD Y LA FILANTROPIA. Hé aquí dos formas de una sola ¡dea, dos fases de un solo sentimiento, dos modos de un mismo ser. La candad es la filantropía religiosa, como la filantropía es la caridad filosófica. A pesar de esta sinonimia parece que haya cierto antagonismo entre estas dos ¡deas; estudiémoslas en su origen y él nos dará razón de esta contrariedad. La caridad ha nacido con el cristianismo: sentada esta proposición, como lo hemos visto algunas veces, de un modo tan absoluto, seria ridicula, sino fuera una blasfemia contra la humanidad y contra Dios. La caridad como sentimiento es natural al hombre ; hasta lo reconocen asi los| filósofos sensualistas, que en esa compasión ¡nvoluntana que sentimos ante las desgracias agenas, hallan el principio de lo que ellos llaman el sentido moral. Asi es que en los tiempos ante-cristianos encontramos la caridad en casos determinados , la caridad desenvuelta en virtudes particulares; lo que no hallamos es la caridad elevada á doctrina, ni mucho menos elevada á institución. Y precisamente debia ser asi : !a ¡dea de candad tiene su origen en la de la fraternidad humana, y esta en la comunidad de principio. ¡Cuan lejos estaban de llegar á esta creencia fecunda y salvadora, la primera de nuestras cre^cias , las religiones antiguas! BB ellas vemos los dioses de los indios, de los persas, de los judíos, de los griegos, jamás el Dios del hombre. ¿Y si la idea religiosa era local, si mi Dios no era Dios detrás de aquella cordillera, á la otra orilla de aquel rio, como había de ser mas general la idea de patria? Al examinar la geografía antigua llama la atención que cada pueblo c - loca el centro de la tierra en el punto mas notable del pais que ocupa: todas las razas tienen su Olimpo. ¿No nos dice esto bien claro hasta qué punto era esclusivo el patriotismo antiguo? Los que se hallaban fuera del círculo estrecho en que se encerraba cada familia social, no eran hermanos, eran el bárbaro, el hostis, el inciicunciso. Y hasta dentro de cada estado habia razas de intereses siempre encontrados, y hasta las libres repúblicas estaban asentadas sobre la esclavitud del mayor número, y hasta en la democrática ciudad los ciudadanos, los únicos hombres de aquellos siglos, estaban separados por las barreras mil veces ensangrentadas de las clases. La filosofía griega luchó con la religión , pero respetó la organización social existente ó elevó sobre ella sus utopias, de modo que no pudo libertar á la moral de las ligaduras en que la estrechaban las preocupaciones de raza. La filosofía, impregnándose algunas veces del espíritu del Oriente, sumia al hombre en un Anonadamiento místico, que le hacia indifóreate al mundo esterior; otras veces y eran las mas, impulsada por el carácter activo y social de las razas helénicas y latinas, daba á la moral una dirección práctica, pero hablaba solo al hombre público, al hombre del foro y de lajlribuna, al ciudadano: jamás se dirigió á la familia, á la muger, al ignorante, al niño. Y en el seno de la familia, en el corazón de la muger, del ignorante y del niño debia dar sus frutos la caridad. — Alli la depositó Jesucristo cuando enseñó á decir á todos los hombres, « padre nuestro, que estás en los cielos. » No se hicieron esperar las consecuencias : los discípulos de Jesús establecen en sus primeras iglesias un comunismo voluntario; pero el comunismo HO puede ser la organización de la sociedad y cuando el cristianismo entró á formar una de sus condiciones, la caridad tuvo que reducirse á ser una virtud individual. — Y este es el carácter esencial de la caridad cristiana. Uacer su panegírico, querer detallar los inmensos beneficios que le debe la humanidad, es trabajo por lo repetido iniecesario. Sigamos, pues, adelante hasta verla revestirse de otro carácter, hasta verla adoptar distinto nombre. Creemos que ha sido generalmente mal comprendido el movimiento filosófico moderBo, cuando se le ha llamado anli-crisliano; muy al conlrario, somos de opinión que la ideaí cristiana le ha dado su origen. Se llama religiosa á la edad media sin notar que si bien eran cristianas las creencias, no lo era la organización social ; esto esplica aquel estado violento de tiranía y religiosidad, de desenfreno y devoción, aquel caos revuelto, aquella fermentación, que fué después la filosofía, para ser después la revolución. Y' la filosofía y la revolución tomaron su origen del « Padre nuestro, que estás en el cielo » para descender á los hermanos nuestros que gimen en la tierra; aquella no era otra cosa que la idM cristiana queriendo reconstruir el edificio pagano de la vieja sociedad. Consideremos á la caridad en esta nueva espansion de la idea cristiana y tendremos ya á la filantropía, la virtud moral y religiosa convertida en virtud social. T. LL.