Estampas de amor y de caridad Fué el día de Santa Marta. Por razones que no son del caso exponer, pues nadie nos entendería, buscábamos a aquellas horas matutinas unos minutos de coloquio espiritual que robusteciera de sobrenaturales alimentos nuestro empobrecido ánimo, y el azar nos llevó de la mano a la iglesia de San Francisco, ejemplar nido de amor y de caridad cristiana. Y como en dicha iglesia se estuviera celebrando una solemne misa, propia de los días festivos, preguntamos a una de las viejecicas allí asiladas el motivo de aquella extraordinaria función religiosa y nos contestó que «sencillamente obedecía a que era día de Santa Marta y que, como Santa Marta era la protectora de nuestras Hermanitas, todo los arjos le dedicaban estas especiales fiestas. Después de la misa vienen otras alegrías. No vaya usted a creer que quedan sólo en éste los regocijos del día. No. Esta mañana nos han dado un desayuno que nos hemos chupado hasta los dedos. íQuc rico estabal.. Chocolate con un bollo y café con leche... Y ahora, apenas fermine la misa, nos van a servir una comida extraordinaria a base de paella, carne en salsa, vino, sandia y... ¡hasta caramelos!». La sencillez y alegría con que la ancianita nos relataba las grandezas de esta fiesta, nos despertó el deseo de presenciar aquel banquete que la caridad les ofrecía. Y asi lo hicimos, previo permiso de la amable Superiora. En dos comedores ámplios y limpios ^omo hojas de alabastro, toman asiento casi un centenar de ancianos de ambos sexos. La alegría, esa alegría tan sentida, tan pura y tan verdadera que se manifestaba en sus rostros no la sabría reproducir en sus lienzos los pinceles de Velázquez o de Muri11o, porque era la alegría de la gratitud sin mezcla de falsedades: la satisfacción del desvalido que ha encontrado en sus heróicas Hermanitas el cuidado de sus cuerpos y la limpieza de sus almas... ¿Habrá oro en el mundo para premiar la ingente labor que se desarrolla en estas santas casas?.. linas monjitas, auxiliadas de otras jóvenes, tal vez futuras religiosas, reparten con abundancia Eso puede ser mañana tu casa y mi casa. y cariño los que para los abuelitos representan manjares ofrecidos por el cielo... Cuando la cepita de vino que se les ofreciera produjo en aquellos débiles cuerpecillos los naturales efectos de simpática y jubilosa embriaguez, el regocijo les hizo prorrumpir en vivas a Santa Marta y la Superiora, mezclados con lágrimas de satisfacción y ex presiones de extraordinario agradecimiento. En pago de estas expontáneas muestras del verdadero sentir de los viejecicos, la madre Superiora corresponde a los ancianos con una cajetilla de tabaco que ellos reciben como el más apreciado regalo que se les pudo hacer, y a la? ancianas con unes ricos caramelos para que los saboreen en sus largas horas de paz y de contrición. Terminada la comida, durante la cual vivimos mucho tiempo de emoción y de felicidad, porque estábamos mirándonos en el vivo espejo del triste destino que a todos puede aguardar, nos salimos reflexionando y alabando a un un tiempo mismo la magna obra que la caridad realiza Con estos pobres viejos, y la resignación y el amor sobrenatural que anida en el corazón de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados. Ellas, y únicamente ellas, saben Uevar con divino amor las sublimes obligaciones que Dios les ha impuesto. Convenzámonos, pues, de que ofrecer un pedazo de pan al Asilo, equivale a dar un paso seguro y digno en el camino de nuestra redención. Lea usted ACCI EDICTO D. CARLOS LOPEZ ABELLAN, Alcalde Presidente del Excelentísimo Ayuntamiento de esta Ciudad. HAGO SABER: Que hasta el día dkz de Septiembre próximo, se cobrará en período voluntario, en las Oficinas de la Recaudación de-Arbitrios, el tercer trimestre de los Padrones de Alcantarillado, Canalones, Bocatejas, y otros, Muestras, Letreros, Escaparates y Toldos, correspondientes al actual Ejercicio de mil novecientos cincuenta y ocho. Transcurrido dicho plazo, se procederá al cobro por vía de apremio, sin más notificación ni requerimianto.