N4m. S59i; Vieíües 19 de Agosto , de 1887. Afiovni Esteídriódieo av «atudm, con »b«om^ía^^|Í>«^;^^^fí|^!»»S TiaiereB son coabtkldoi rMonadt y gnérgiciLgaon^,. ....^..^«.^^ ti 1- ¿i l/Ji w« )M •t'/.'r- •..•i. '-I ¿me pentidico üscüca con prai«r«ncia su aiancion &la onUnra popnlar, ia pros ndad d«i coínarcio, da la indnstria, d« la agriculfcura y de las artse, oaaea del bien tur, prorroao y dcaarrollo d« loalpuobloo; no cacaaea medio ni nm^un aacnflcio p acrvir oampllda y r&üidaaenta á sua lectores; entt consagrado mny eapecialKent U deíansa de loa inta'reueB de Ornada y au provincia; oye y s? bace eco de toda» «nejas jnataa .ÍUO ae 1« dlrig-en.tt La Kedaccion no e» aolidaria deloa anlcnionqne pnblicau con iaflriaaó inicialea do «na antorea.— No na devuelven loa origínale» adletllo» y cojannica Joa qne aanoa envíen, aunque no ae lea dé publicidad enerper loa En Granada, «n mes. . . • - - - - , , En el resto de la Península, Baleares y posesiones españolas del N, T O. de Africa, un trimestre, (pago anticipado) . . - 6 En las posesiones españolas do América, un eemeatre, (p«E» anticipado). .• En el extranjero, un semestre. (Pago anticipado). . . En las popesioae» españolas de Oceems. uu Memeatro m petfl. 17*10 i.y. so DIRSCT@R T ADMINISTRADOR, t-tps SECO :DK LQCBNA^ sgfócma» I Im-pv®*^* Calli do Buensmeso, 6. BJBím-AKSs suBr-Te-íís: 4*1 iO gáwís-; del mes com'en» te, 25: de meses anteñore», 1 peseta. AMnNCiofl.—Tí.rifaj 5 eénta: do peseta ilnoa en la A.'plana.-aBcénls. lino* e« la$.a.-50 cénts, dospue» de la Miscelánea. -ipta. cala l.a(pago anticipada E»QnEi.&s MonrnoRtAS'— Tarifa: 4 pesetas cada inserción á una eolumna de la I," plana.— 8 aa la S.'— 40 en la 1.' (pago anticipado). COMUNICADOS.-- Tarifs: De 1 i 50 peseta» línea, k juicio^del Director (Pago so dirigen á ver si pueden presenciar iemne acto de la inauguración. el so* Ta Aonlattíf nri on I ÁhrflQ I Oportunamente fueron rejoneados y liarpo- iiS ebUdVUUU BU ^umca,^ I neados por caballeros en plaza otros dos tu- ^ Es verdaderamente lamentable la situación j bicórneos, y á las seis de la tarde, harto ya | — en que so kalla el pueblo de Lóbres, antiguo \ do ptintas y de silvidos, abandonó el circo, \ Ea la Punta do la Vaco, el espeotaoulo qne aneio dé Molvizar y en la actualidad agrega- \ para presenciar la llegada del representante 5 se ofrece á la vista es grandioso. En la bahía do á Salobreña por virtud de la real órden | de la real familia y del gobierno. ¡ se ostenta majestuosamente la escuadra m- ¡ glesaj compuesta de los buques Alexandra, En el tren-correo de las siete y cuarenta '' Temeraire, Thnnderer,;Dreadnouhgt, Golossus, arribaron sin novedad el ministro de Estado | Agmnmenon y Surprise, el mando del duque Sr. Moret, los embajadores extranjeros y el j de Edimburgo. capitán general del distrito Sr. Polavieja; por j El Alexandra es un acorazado de tres palos cierto que el recibimiento oficial no fué ninguna cosa del otro jueves, que se dice familiarmente. por de 1860. Verificada la incorporación, que se entendía sin que el fpueblo incorporado dejara de permanecer dueño de sus términos, mancomunidades, aprovechamientos, derechos y obligaciones que le correspondan, estas garantías han sido completamente ilusorias, y Lóbres vive sin independencia, sin autonomía reducido al estado de no tener medios de expresar su voluntad y sus aspiraciones, ni quien defienda sus derechos, ni quien garantice y estimule él desarrollo desús intereses* vive la vida del esclavo, habiendo perdi do en absoluto su personalidad y su carácter de pueblo del siglo XIX. Lóbres no tiene junta administradora; hállase sometido á la autoridad de un pedáneo que nombra el alcalde de Salobreña y que muchas veces no es natural ni aún vecino de aquel pueblo. El que hoy desempeña el cargo tuvo que avecindarse en Lóbres para cumplir este requisito de la ley, y goza de auto' ridad absoluta, puesto que, como hemos indicado, el ayuntamiento de Salobreña, faltando á los artículos 90, 91, 92 y 96 de la referida real Órden, no ha constituido la Junta administradora á que estos se refieren. La extensa vega de Lóbres, exige que este pueblo tuviese un sindicato propio que administrase sus aguas, emancipándole del régimen que Salobreña le impone; su población que es de unos ochenta vecinos aumentariase si disfrutara de su propia autonomía y administrase sus ¡bienes y rentas que, como la ie consumos, se subastan con las de Salobreña subarrendándolas luego el postor con notorio perjuicio de los intereses del pueblo; no tiene médico, apesar de que contribuye á mantener las cargas del municipio á que está agregado, y más bien que un pueblo con fisonomía propia parece una tribu desheredada y á dura esclavitud sometida, llegando esta anulación al extremo de que Salobreña ©obra y disfruta el 4 por 100 de las láminas intransferibles de Propios que Lóbres poseía y ena geno, sin que sepamos, ni sepa el pueblo, 'á qué se aplica el producto de dichos intereses. ¿Puede desvanecer esta duda el señor alcalde de Salobreña? jal Í! «El Notas de 1® Exposición. Saludos y cumplimientos.— Ante todo los cuernos. — \Ya llega el tren\—Una inundación de luz.— Misa de campaña. —Mujer es hermosas g soldados bisarros.— ¡Todo el mundo á la Exposicionl - Los colosos del mar,— La apertura.— Las instalaciones - Una tortuga gigantesca.— El pabellón marroquí. —Banquetes y comedias.— Abur y hasta otra. Sr. Director de ÉL DFENSOR DE GRANADA. Querido amigo mió: Como el deseo de no cansar demasiado á los lectores de ese periódico me impide relatar diariamente estas fiestas, ai escribir hoy acerca de ellas he de ha • oer una leve ojeada retrospectiva. Amaneció el dia 14-, víspera del comienzo de los festejos, y las retumbantes salvas de la escuadra española, surta en la bahía, saludando á los buques extranjeros, que han acudido á Cádiz para dar esplendor y realce á esta muestra de iniciativa y de emulación ofrecida por la histórica ciudad de los fenicios, confundíanse gravemente con el fragor de las campanas, eco del entusiasmo y alegre animación que se advertían por doquiera, y reflojo de la cortesía gaditana, ávida de dar la bienvenida á la muchedumbre forastera que invade esta capital. El pueblo en masa y una nube de touristas pululan por las calles, buscando localidad para asistir á la corrida de toros que empezará á las cuatro de la tarde, en la que Car a- Ancha y el Marinero deben dar muerte á cuatro oornúpetos de la ganadería de Arribas. Llegado el momento, la fiesta taurina fué un fiasco, porque ni los bichos dieron gran juego, ni las cuadrillas hubieron de lucir sua facultades y maestría en el arte de Pedro «oaero. Una gratísima sorpresa recibieron los gaditanos cuando espiró el crepúsculo vesperti • no: todos los barcos estaban iluminados con luz eléctrica, de modo que la bahía ofrecía un panorama bellísimo, encantador. La escuadra inglesa arrojaba sobre la absorta Cádiz una inundación de blanquísima luz, que ora proyectándose sobre los infinitos accidentes del casorio, ora distribuyendo sus rayos por entre las arboledas de las ■ plazas y paseos, ó ya rielando sobre las bulliciosas aguas del mar, despertaba en la mente el recuerdo de esas fantásticas visiones que sé describen de una manera tan brillante en las Mil y una noches. ¡Cuántos quiméricos ensueños no cruzarían, durante el reposo nocturno, por la fogosa imaginación de las hermosas gaditanas, dormidas bajo una impresión tan deslumhra ' dora! Cádiz despertó al dia siguiente, y á las ocho de la mañana dió comienzo la misa de campaña, en los glasis de Puerta de tierta, sitio que mide 330 metros de lado exterior, y donde comienza el recinto de la ciudad. Allí formaron los regimientos de las Antillas y de Alava, mandando la línea el genoral gobernador D. Narciso Fuentes. Pilas de balas, trofeos, grupos de bayonetas, cañones y aprestos militares, daban á aquel sitio «1 aspecto especial de un campamento. En tribunas especiales, el ministro, capitán general, enviados extranjeros, subsecretario de Hacienda Sr. Aguilera, gobernador civil Sr. Alvarez Osorio, y comisiones de corporaciones y cuerpos, tanto de Cádiz como de otras procedencias, asisten á la sagrada ceremonia, durante la cual la magnifica banda de Antillas hace las delicias del inmenso público que se halla presente. Terminado el oficio divino, cuando ya holgaban los miramientos y respetos debidos á la santidad de la ceremonia, la masa del público se puso en movimiento, los unos para refocilarse en la contemplación de los rostros hechiceros de las mujeres gaditanas, que los había en número y calidad suficientes á producir vértigos en el cerebro ménos impresionable; las otras para admirar la marcial apostura y gallardo continente de los soldados españoles, al desfilar en correcta formación por delante de la tribuna oficial. Sí los primeros quedaron satisfechos, pues por to das partes surgían muchachas rubias como soles, y morenas de esas que quitan ei sentio, según la gráfica frase que usamos en esta tierra, las segundas y todos en general, especialmente los extranjeros, no pudieron ménos de reconocer, con orgullo unos y envidiosos otros, que nuestras tropas no tienen rival en cuanto á marcialidad y bizarría- Algunos momentos más tarde, luego de haber almorzado, cada cual la plaza de S. Antonio, que forma casi un cuadradoperfectode 66 metros de diámetro, y es el paseo favorito de invierno y verano, se llena de gente que por las ocho calles que á dicho sitio desembocan acude en oleadas, para aguardar á las músicas que de allí han de partir hacia el palacio de la Exposición, el cual se halla en la Punta de la Vaca, sita en la parte del mar del N. Poco tardan en llegar, egecutando pasos dobles y aires nacionales, las bandas de Antillas, artillería é infantería de marina, asi como las de S. Lucar y Jerez, y la del Hospicio de Cádiz, y cerca de veinte mil personas _ El edificio destinado á ella tiene dos see ciones, de forma irregular la primera, y semicircular la segunda. Débese al arquitecto Sr. Rodríguez; y en la primera sección se encuentra el gran Salón Provincial, con vestíbulo pentagonal, suelo de mosáico y soberbia medía naranja. Este pabellón dá á otro, de techumbre arqueada, decorado de verde y blanco, en donde se vé la instalación del señor Sánchez Lamadrid, dibujada con blanco y plata. Tiene de accesorio, el pabellón marroquí. Después continúa el de damas, y más detrás el del Excmo. Ayuntamiento, con otros muchos destinados á bazares de ventas y so- y 9.940 toneladas de desplazamiento; su an dar es de 15 millas; el espesor máximo de su coraza es de 305 milímetros; monta 12 cañones: 10 de 25 centímetros ^ dos de treinta; á su bordo trae cuatro aparatos para lanzar torpedos, colocados fuera del agua á popa y proa. El Temeraire tiene un andar de 14,65 millas; monta ocho cañones| y su arboladura y torres á barbeta; el espesor máximo de la faja blindada es de 254 milímetros; en las dos torres de popa y proa monta dos cañones de 30 centímetros (de 25 toneladas); está provisto también de cuatro aparatos lanza torpedos; este buque costó 300.000 duros, y el peso del blindaje es de 2.300 toneladas, de 2200 los cañones, montajes, etc. El Thunderer, otro acorazado de cuatro cañones, sin arboladura, con dos torres giratorias; su andar 12,6 millas; el espesor máximo de la coraza es de 30,5 milímetros; el puente del comandante se halla en una galería sencilla de hierro, á prueba de bala de fusil; este buque costó á su nación I. 750,000 duros. Los demás, aunque colosales también, no son de tanta importancia con los tres sucintamente descritos. Hállase allí asimismo oí^Duilio, quo repre^ senta á la nación italiana. El grandioso monitor tiene un palo únieamente, dos chimeneas, II. 000 toneladas de desplazamiento, 12 cañones y dos torres grandes blindadas. La tripulación se compono de 4S8 hombres. El casco del buque es de hierro en el centro y de madera en los extremos. Los cañonea que están situados en las torres son de tOO toneladas. El comandante del buque es S. A. R. el principe Tomás de Saboya, duque de Genova. En fin, también ostentan sus moles gigantescas el acorazado francás Cfourhet, el portugués Zaira,el alemán Ariadne.y otros muchos barcos de distintas naciones, á los que acompañan sobre el océano movible nuestras í'ra« gatas Numancia, havarra, Castilla y Blanca, que aunque viejas y antiguas, también contribuyen á la suntuosidad de aquel magnifico panorama. La muchedumbre, que no se sacia de contemplar esos colosos de los mares, en cuanto divisa á lo lejos el tren regio que conduce al ministro, gobernador civil, capitán general, comandante general del departamento y demás autoridades y representaciones de esta plaza, de la provincia y de la nación, precipítase en el local de. la exposición para ocu par sitio. En botes llegan por la dársena ai palacio los duques de Edimburgo y de Grénova, los embajadores y los cónsules, siendo recibidos con los acordes de la marcha real. Da comienzo la solemnidad, declarando abierta la Exposición el Sr. Moret, El presidente de la Diputación provincial Sr. Toro lee un discurso que es un himno al progreso, y el ministro de Estado le contesta con un "viva,, á la reina, al trabajo, al patriotismo y á la nacionalidad. El acto terminó á las cinco y cuarto de la tarde, dirigiéndose inmediatamente el nutrido público á visitar las instalaciones de la Exposición. ciedades de recreo. A la izquierda se vé el pabellón de dependencias, con el electro-motor para el alumbrado. Después el pabellón de bellas artes, é inmediato el pabellón monstruo, para la maquinaria. En el centro el de la Tramtlánticrt, con dos escalinatas y dos vestíbulos poligonales; mas á la izquierda el de Autoridades (en construcción), y por detrás, en una loma, el Jdoslco jerezano» En el centro, y cerrando este irregular compartimiento, se vé el Oran salón de actos, modelo de buen gusto, de magnificencia y ornato. Sigue á este la plaza de la Marina y el área semicircular, con siete pabellones iguales, en los cuales están instalados: la Sociedad do Salvamento de naúfragos y Club de regatas; Sección de pesca; productos de Cuba y Filipinas; Marina y Guerra; jarcias, lonas y modelos de buques; víveres, vestuarios y mobiliarios; y vinos, licores y bebidas formen» tadas. Rodea á todo la gran dársena, con unsuperficie de 310.404 metros, profandidad constante do tres metros, y en comunicación con la bahía, por uu barco-puerta de siete metros, que permite la visita á la Exposición por mar, y que es obra atrevida y seg'ura. Esto y algo más, es cuanto afecta al local; pero respecto á lo que en él hay expuesto, deja mucho que desear . Baste decir á V. que solo hay dos ó tres insf alaciónos completas, muchas vacías, algunas comenzadas, y otras por terminar su decorado. ¿Qué habrán dicho los estranjeros? No sé; pero si sé lo que dice todo el mundo, y lo que dirá V,: ¡Cosas de España] En fin, así en conjunto diré á V. que he visto: 'Barajas de Olea artistioamente colocadas y preciosamente hechas; Trajes de militares do Lahera, y Camiseria de Bócanegra; Qrábados y mármoles de Gómez y Nuñez; Pinturas de Vmiegra, Ruia Luna, Jardines y otros. Entre ellas figura el hermoso cuadro del primero, La Bendición de los campos, premiado en Madrid. En el pabellón d© máquinas, no he visto más que dos hidraüli' cas, y muchos cajones on el suelo. Los catalanes exhiben gomas, pastas, licores, jarcias, cables y otros productos, que son asombro de los concurrentes. Modelos de barcos y efectos de marinería de los arsenales del Ferrol y Cartagena. Cañones Hontorios, que meten miedo, y vinos de Jerez, que emborrachan, acompañados de azúcar, cacao, chocolates, etc., etc.; semillas, armas y panoplas,, bordados y otros mil objetos, brillan, marean y enloquecen al hormiguero incosanto ele gente que se empuja, aprieta y comunica impresiones, y que hace comentarios acerca del inmenso número de pescadilias, marrajos, rodaballos, cangrejos, atunes y tantos otros ejemplares preparados como se ven en el pabellón cuarto del palacio. Lo que más llama la atención es una Tortuga descomunal, que hay en la dársena al lado del pabellón de Autoridades, y el pabellón marrogui do que ya habló antes. En este está la legación de Tánger, compuesta de músicos y personajes negros, y allí sje sirve aromático té, so oye música monótona, pero dulce j sentimental, se huele á incienso ó cosa así, y se ven buenos bordados, ricos tapices, armas curiosas, lámparas, sables de honor, un lindo modele do un caralo, barco en que los moros navegan por la costa, y otras mil cosas árabes. . Tocl0 0sto acompañado por las músicas militares, por ks coruscos, y el ir y venir de tanta gente como bulle por aquellos alrededores. j , ■ . < Por la noche hubo banquete en k Dipata- ; cion, con asistencia de los príncipes extrangoros, autoridades y todo eí elemento oficial" y en el teatro función de gala, á la qne asis' tieron los mismos señores. Mañana do madrugada zupaiá de este puerto la escuadra inglesa, y como ella se despide de nosotros, yo lo hago de V. y de los lectores de su periódico, hasta otra, no sm pedirles antes mil perdones por haber abusado tanto de su paciencia. 1