5- o 5 AÑO. I PRECIOS OESUSCRICION. En la «'.apifáí, un mes • . . . . ■ .r50pe¿eta?. Fiícra • Granada, 18 do Setiembre de 1890. HI-DAC -ION Y ADMINISTRA' ION', Hospital de Santa Ana, i; X^LÍ^FOISO S^'lD^iEj'rVO 253. PREUOS DK LOS ANUNCIOS. , En cuarla plan?, 'o cénlimos línea.— En tercera plana. SS- — m primera y segunda plana a precios co .v. ne olíales — ■ < niimi- ailos iit 1 Ü 100 pésela.-, línea a juicio »)et H'ifCtor.— Lus ammci ^ •..fie ales y de especiaculos pú' bli.cos, {0 p sel,» líiie,.-. l'^go aiúicipaüo; Kúincio atrasad •, 0- 21) ¿en mi s. Nitó 49. Saltando como la mariposa de ílo.i en flor anda el Sr. Romero Robledo desde 1885 saltando de partido en partido. Sus aspiraciones no encajan en la segunda fila de ninguna agrupación. Quiero entrar en cualquiera de capitán general. Y cuando se sienta plaza lo declaran ¿l uno sencillamente soldado de fila. Es cierto que el Sr. Romero Robledo manda una compañía, y que esta compañía está compuesta de amigos personales entusiastas de su Pero ¿que quiere el jefe? ¿cual es su actitud en los actuales momentos? Por una série de artículos que publica El Gtdpuzcoano órgano de los reformistas en San Sebastián, conocemos el | easamiento del Sr. Romero Robledo. Y hemos podido también comprender la intención política que tiene el jefe de les reformistas, ya que la oculte cuidadosamente, bajo la capa de consideraciones geneiales sobre la situación do los partidos en España. Pretende demostrar que la misión de los actuales partidos monárquicos ha concluido. Quo los moldes en que están fundamentados son mezquinos y que deben constituirse con otros nuevos. El partido liberal, según El Quipuzcoann, ha cumplido su programa y debe retirarse de la escena. Toca ahora actuar de tanda el partido conservador Opina igualmente que deben des- aparecer las pequeñas fracciones que acaudillan algunos hombres importantes y que deben sumarse con los grandes para darles más fuerza. No nos parece muy sólido el plan reformisía áe El Quipzczcoano. Si el partido liberal ha cumplido su programa y se han realizado sus aspiraciones, es que vamos adelantando en sentido democrático. ¿Qué misión pueden tener los conservadores en el poder? ¿{Ds que van á llevar á la práctica líes reformas democráticas planteadas por el partido liberal? Pues más oportuno sería que las realizara el partido que las estampó en su programa. Pero ¿á qué más conjeturas? El Sr. Romero Robledo no sabe donde meterse con su cohorte de cesantes y quiere descomponer los partidos para acomodarse en donde más le plazca. Conocemos bién su intención en esto caso, Él que posee tanto ingenio político no ha olvidado el refrán: "A rio revuelto.. . Política a! uso. Dice Él liberal que el general Jovellnr lia declarado en San Sebastián que se hah» dentro dfl partido liberal, pero quo. sin em bargo, no acepta ni se hace solidario de todo lo que pusda deeit y sostener el Sr. Engasta. ' El general Jovellar se reserva por completo su libertad do acción para representar una tendencia muy conservad ra dentro del fusión ismo. Eso es muy cómodo. Pero no lo entendemos. Debemos sor muy torpeé1. Porque ostar en un partido y no conformarse con lo ;que en él se piensa es lo mismo | que estar 3 no estar á la Vez en una parte. El Sr. Romero Robado ha declarado en el último iiuinero de El Gaipazcoano, lo s¡guientt': ■■NuHas empinadas moutaüas de hipó.; » ¿De hiélo? i'Op cour ^M'J/10 T16 n0 (lu'fil'a que salga el Movimiento político. «Hoy ha II gado á vladrid el Sr. Fabió.» Día de Uro. Con gawn (Y reenmendamosá los cajistas noseequivoq'ien. Y pongan sin querer (jmsd ) Otra noticia más placentera. -.El Sr Castehr ha salido de San Sebastián con dirección á Pi\v\< » Pi se le neurriera quedarse por adi ... Y ese.i'lbiera la Historia que nos tiene prometida ¡('üantb ganariao las letras.. . Y el pais. Personal jurídico Han sido nombrados: presidente de la Audiencia do Albuñol, don Kusebio Martín Ruja; magistrado de lado Granada don Miguel Rivas Sabater y fiscal de ¡a de Bazadou José María Urive. En Dúrcal. Secún nos escribe D. R. M. y R. el aicaide de Dúrcal se halla alentado de ios mayores deseos cu beneficio del pueblo que tan dignamente administra. Kntre las cosas puestas en práctica por dicho señor y con el lauiJablc preindicado fin lo os el lavadero que aotualmente se está construyendo, obra do imperiosa necesidad en aquel pueblo, i'ambién se propone hacer un cementerio que á diferencia del que hoy tiene, reúne bis dos condiciones más indispensables d© esos lugares, capacidad y fuera ele poblado. Kl que actualmente hay está en el centro de la población y sumamente pequeño en pro> poroión al número de las almas quetieno Dúrcal. Pero lo que más nos agrada es el vivo deseo que se nos asegura tiene por mejo'ar la tan olvidada instrucción pública, puliendo citar como testimonio, sus propósitos de éqmcair casa-escuela, habieudo ma • nifestadn cierto agrado al oir UD medio que tendía á facilitar la consecución de sus deseos, venciendo ol grave inconvonionto dé los fondos, que no os poco vencer. Esta iudicaojón le permitió hacerla el indicado ¡l. ei ér. ^ámTl'bTGnte^tó^^QWr^^mu o.n los sionientes términos que tanto le honran; mis propósitos son hacer el mejor bien que pueda en la misión que me está confiadaa y como yo no puedo verlo todo del mejor modo, líi las muchas ocupaciones de mi oargo me permiten dedicar el tiempo quo el estudio de cada una exige, agradezco y suplico al señor M que estudie el asunto y haga bis indicaciones que oportunas crea, en la inteligencia de que serán atendidas y pasarán á la práctica todas las que creamos de algún resultado benéfico. Nos ofrecen dar mas detalles sobre el particular. Un suicidio en Motril. En carta que racibimos do nuestro activo corresponsal en la rica ciudad de Ja costa, ALVAUliZ DURAN. 257 LA MXNO NEGRA. ÁLVAREí DÜRAN. 553 — — Caí indo, ¿no S'QÍ que puode3 corla'mool la'/o y no iKu-mos c ¡i qoé rppon"r!o? Dominyo qne solo alacaba á un enemigo ya vancido, por un Impulso de cólera, que nuf adueñó de reprimir, tiró «I hacha al suelo y dió á Pablo uo eslreclr.) abrazo. — Salvando á Angela,— le dijo con «Blusiasme, ha9 hecho párk mi más que si me hubieses salvado i mi mismo la vida. — £2a amas por venturo? El con ramieslre repiiiendo su abrízoá Pablo, conles'ó: —La profuso un cariño Gulrañable. ■—¿Que te proraeie ese «fecte? Sónrlénüb Domingo le lesptmdió: —¿Lo preguntas por venlura parque á so lado parezco oomo un OJÍG del Pirineo al de mi patrona la Virgen de Bor^oñ .? — iQue raoJo tan singular tienes fie Interpretar una guula que nice del deseo de quo se^s fe iz? —Vive seguro dé que Ángela coalribuye á que seis feliz. —Te felicito por éíl< ; -respondió Pablo oon un acento que dejab.i traslucir que dudaba do que su amigo tuviese ínóliyb pira lisonjeaise: — A'gun día le v Iveré á hab'ar de este isunlo... Por ahora TÍVÍ «n la seguridad de si fuera posible que lio. El raóus ruó quo >iwi* h opivsió i en la garganta, se esfuerza para aniqul'ar á s i «nprnig'»; pero el marino se anticipa siempre á sus movimienl mas no le bastan la fuerza para acabar dn ahogarlíi. La agnnia empieza, sin embargo para el i'.Himau. Pabl", np'-ovech&ndosa de BUS movimleuiiH c M.vuisiv.is, consigue aproximarlo á un á bol. Dá con la cnerda ona vuelta al tronco. Robustecí :o el mn ¡hó con psle aiioyo, ceñirán esta fácilmente los e.sfue-zos dal caimán qu» quiere huir para preeipita-se en el rio. Pero cada - sf.ierzo que hice para refugiarse en el agua, solo di por resultado acabarle de sofocar y ahogar. En los breves momentos que P.ib'o lardó *n enlazar al anflibio, habia logrado Ange.U mmir-e á D mi'.go que sobresaltado al oír en li boca d<' Pablo la pa'abra caimán, corrió tras él, raa^ lo per lió d» visu al iravés de la espesura de los árboks y solo supo fijar su dirección al estruendo del pistoletazo Cuando llegó á su encuenl o, la cog'ó y la colocó sobre la crur del tronco de un á'b d. D-jándola en salvo se acercó á P «blo y presenc ó su Vitoria El cúmán az,'iaba fu^ricn -nle el suelo con su cola ea las cmvu'siones de la mnene. Quiso el contramaestre acabarlo con su tajanfe hacha, pero antes de que la dej ira le contuvo Pablo el brazo. Ccn voz tranquila como si no hubiese acabado de G&n'ér e! nuevo pel'g^o, le dijo: sdtnjS el pecho y los hombros para impedir a avanzar. Llena de pavor exhala Angela un grilo d^ espanto creyendo que el perro la acometo. Una voz la tranquiliza, es la de Pablo. ¡Pronto... esclamó este,— por lo que Vd. mas tme, huya hacia atrás, huya prcnlo ?ln vacil r. Al grite de la joven se estremece la maleza Inmediata á las márgenes del rio; oyóse un ruido que u hace aterrador en el silencio ds la noche. Con la prontitud del pensamiento rompe al través da los arbustos un monstraoao y deforme caimán que lleva abierta un* líoca espantosa. Angela habla retrocedido a la voz do Pablo; éste por «1 contrario habla avanzado á su encuentro. E.?ltban ya el uno junio al otro, cuando el mónstruose presentó á menos de velnle paso^. —Huya Vd. huya por Dlos.—le dieo el marino con el mas sentida acento. La joven ya fuera porque viese det nido 4 Pablo, ya porqué la dominase el terror, permaneció icmóvii un insianle. El monstruo llegaba demasiado reciamente para qua Paiilo pudiese usar á tiempo del lazo qus llevaba en \t m «no. £1 onimán avanzi con una lijereza iucroible. Pareoi1 imposible que Angela sa «aívaso; pero ea el morntolo mi--mo en qne el mónstruo á d?? varas dlstancl di *