4 tal i | W 1 CS o ■ -9 S : O "2 : 'co : .O o :■ "íñ C «ó <" ■2, fe a S 4^. re C3 O. IT re .53 JZ >» o c bA OPINION Almacén de Música, Píanos e Instrumentos de todas clases GRAMOFONOS Y DISCOS DE TODAS MARCAS ; 5 « 55 0 i, q cu CABRA Francisco Moral León (Ciírdolia) Calle del Río número 2. (esquina a la Plaza de Juan Márquez) Rollos para — PIANOLAS y Autopíanos * Autopíanos y Armoniums Españoles y Extranjeros . 1 PIANOS, PIANOLAS $ Tiene Vd. ya los discos de ¿ El Dúo de la Aíricana i Por pesetas 57*50, la colección completa, (con un lujoso álbum de regalo) VENTAS AL. CONTADO Y A RL-AZOS Esta Casa no se dedica al cambio ni compra-venta (en absoluto) de instrumentos usados. GRAN SURTIDO EN música clásica por las mejores orquestas' Tangos, Hés, [anciQoes elt. ele. Cultura popular El Inspector de Primera enseñanza, don Abelardo La Peña, hizo cursar las circulares a los pueblos de la provincia, anunciando su próxima visita de inspección a las escuelas. Era la primera que giraba, al año de su elevación al cargo, y quería obtener de visu los datos convenientes del estado de la provincia, con todos sus pormenores de higiene de locales, material de enseñanza, métodos, matrículas y cultura general de los alumnos, para redactar después, con toda exactitud, la Memoria que había de elevar al Ministerio de Instrucción pública. El aviso produjo en las escuelas el consiguiente ajetreo, acompañado de los recelos y temores propios en toda clase de organismos cuando se anuncia la visita de la Superioridad. Además, el tal don Abelardo, según todos los antecedentes, traía fama de hombre recto, firme y exacto en él cumplimiento de sus deberes. Las Juntas locales ocupáronse inmediatamente de todo lo concerniente á reparos, material, limpieza y adecentamiento de los Centros docentes respectivos. Los maestros— no hay por qué decirse desbarataban en la preparación de los alumnos, clasificando y seleccionando personal, haciéndoles machacar y repetir textos y lecciones, e instruyéndoles, al mismo tiempo, sobre la calidad del personaje que se esperaba, significado de la visita y modos y formas que habían de guardar durante ella Había que ver explayarse al maestro de Solanillos, don Camilo Pantoja, hombre extraordinariamente celoso de su profesión y al que halagaban sobremanera aquellas exhibiciones oficiales, porque era cuando él creía que lucian en todo su esplendor sus ponderados trabajos pedagógicos. No cabía en el gabán aquellos días, organizando su grey escolar, yendo y viniendo de una sección a otra, estimulando a unos, amenazando a otros, y perorando siempre sobre la importancia y trascendencia del acto que iba a realizarse. —¡Que no se diga, señores— exclamaba desde lo alto de la tarima de su mesa, como el general que arenga a sus tropas antes de entrar en batalla—; que no se diga que la Escuela de Solanillos no raya esta ocasión a la altura de su famal Ya saben ustedes... — IDon Camiiol -saltaba un chico, aguándole la perorata—. [El señor Gómez me está empujandol — jA ver ese señor Gómezl— se revolvía furioso contra el acusado-, jlnsolentel... -¡Es que él también me estaba a mí estirando de la camisal— argüía el reo, defendiéndose. . — ¡Mamarrachos!... ¿Esa es la importancia que dan Vdes. a estos momentos solemnes en que se va a poner a prueba el nombre de la Escuela de Solanillos?... No cabía duda, sin embargo, que la Escuela de Solanillos era un modelo de disciplina, delaboriosidad y de orden. Don Camilo Pantoja, aparte sus inofensivas extravagancias, era todo un prestigio de la clase: competentísimo en su ministerio, sencillo en su trato, de acrisolada honradez, y sobre todo, fervoroso creyente; en los treinta y cuatro años que llevaba de ejercicio, jamás un día quedaron por recitarse en su escuela, a la entrada y salida de las clases, las preces religiosas, esas prácticas cristianas que algunos pedagogos modernistas tienen por ñoñerías, cuando son, evidentemente, modeladoras del corazón del niño, y más tarde, muro de contención en que se estrellan insanos apetitos. El Inspector de Primera enseñanza empezó su recorrido por las escuelas de la provincia, haciendo un verdadero escrutinio de locales, profesorado y estado cultural de los alumnos. Una visita de inspección en toda regla. Su actuación se iba trasmitiendo de unos pueblos a otros, haciéndose vivos comentarios sobre la escrupulosidad, fijeza y detenimiento con que procedía el nuevo Inspector en la visita, y hasta de las sanciones que imponía cuando llegaba el caso. Estas fueron muy contadas, afortunadamente. En general, iba siendo un viaje triunfal, quedando bien impresionado, no sólo del estado de las escuelas y alumnos sino hasta del respeto y cariño con que era tratado por autoridades y vecindario. Valeriano Hurtado Soria (PveshxteTO) (Continuará UNA CARTA Lacena 3 de marzo de 1930 Sr. D. Manuel Mora Cabra Muy señor mió: A nuestro paisano, Sr. Morales, le pareció bien entregarme una litografía de las tres que de Nuestra amantisima Patrona, V. le remitió, siendo recibida por mí con inmenso regocijo. Conocedor, por los periódicos locales, con verdadero sentimiento, de los deterioros que el pasado temporal ocasionó en el Santuario de Nuestra Remediadora, a pesar de que la promesa que hice y cumplí, haciéndole a V. entrega úe 25 pesetas el día en que la Paloma blanca fué conducida a su ermita, fué para cooperar a las obras que motivase la carretera, deseo que expresada cantidad sea invertida en las obras necesarias para la reparación de los desperfectos habidos en los cobertizos, tejados y caballetes del Santuario, prometiendo ayudar, en tiempo oportuno, a la construcción de la carretera tan necesaria como deseada por todos. Se reitera de V. atto. s. s. q. b. s. m. Juan Espejo N. de la R.— Con verdadera satisfacción hemos recibido la anterior carta que nos envía desde Lucena, donde vive, nuestro querido amigo y paisano D. Juan Espejo, en cuyo escrito demuestra una vez más, su amor a la Virgen de la Sierra y a la casita blanca de la montaña, pues así lo prueban las frases y lamentos con que se expresa, por la noticia triste de los daños de consideración que los temporales de vientos, lluvias y nieves del día de la Candelaria, causaron a los tejados, paramentos, chimeneas y caballetes de la ermita de la Patrona. Gracias mil le damos al Sr Espejo por la ayuda eficaz que presta a la reparación de dichos daños, significándole que cumpliendo su voluntad, las 25 pesetas para las obras de la carretera que dichó señor nos entregó en el Santuario, el día 8 de octubre último, cuando subió la Virgen, se destinarán, como él indica, a las obras de reparación de los daños que. los temporales hicieron en la Ermita, que son más urgentes qué las de la carretera, teniendo en cuenta, además, que según ofrece, dicho señor ayudará también para la carretera cuando llegue la ocasión oportuna. Y gracias en nombre de la Virgen, por su amor al Santuario y generoso desprendimiento. CULTOS Solemne novena de Madres Cristianas y Archieofradia de Nuestra Señora del Perpétuo Socorro Verdaderamente esta novena encierra en sí todo lo más santo y augusto que en los diferentes estados de la mujer cristiana, la dotara Nuestro Señor como esposa y madre; así, pues, su novena, sin duda, tiene toda la realeza que le corresponde a su alta e invicta dignidad. El hermoso templo de Santo Do¬ mingo de Guzmán, exornado con mucho gusto y con profusión de luces, plantas, macetas y pedestales, lindos pañitos y preciosas flores, era así como un pequeño museo, donde coronando tanta belleza, aparecía el cuadro de Nuestra Señora del Perpétuo Socorro, que bajo un refulgente arco de luces eléctricas, hacía la ilusión de que las figuras de la Madre y el Niño, se destacaban del cuadro, sobresaliendo algunos milímetros. . Los sermones, a cargo del Reverendo Padre Ruiz, Superior de la Residencia de Nuestra Señora del Perpétuo Socorro, de Madrid, y del cual guardaba esta nuestra católica Ciudad gratos recuerdos por haber tenido el gusto de conocerle en unas misiones que diera hace algunos años en esta población, acompañado de otros dos de sus Hermanos y de las que, una y otros quedaron muy complacidos. Así pues, ¿qué podré decir de tan ilustre orador? Que con su fácil y elocuente oratoria, llena de unción evangélica, atrae y subyuga, demostrando con suma claridad el importante papel que le está reservado en la actualidad a la mujer cristiana como esposa y como madre, poniendo ejemplos muy prácticos y fáciles de seguir; y sobre todo que sirviéndoles de guía su celestial Patrona, lograrían desempeñar su importante cargo con que Nuestro Señor las dignificara y con el amor y celo de su bendita Madre. El Rvdo. Padre, en su incansable labor misional, sacará hermosos frutos, doquiera vaya, pues el Perpétuo Socorro de su Santa Madre no le faltará en su misión evangelizadora. El Panegírico, a cargo del ilustrado Director de la Asociación y Arcipreste de esta Ciudad D. Antonio Povedano Roldán, fué como digno remate de estos cultos, dejando como siempre a gran altura su importante y difícil misión. Todos estos cultos, como si por sí no tuviesen suficientes méritos, vino a avalorarlos el armonioso coro de Hijas de María, que han sabido colocarse a la altura que ellas saben hacerlo, ensayadas por el Rvdo. P. Ruiz; con sus cantos ligeros, pero llenos de dulce armonía, y un lindo y hermoso himno con música melodiosa y lleno de encantos, cumplieron de manera magistral su importante misión, aumentando sus méritos los tres últimos días y la función, con el acompañamiento de las simpáticas Srtas. Eulalia Ravé R. de Castroviejo y sobrina Dolores. Reciban, pues, miles de enhorabuenas la digna Presidenta de esta Asociación D.a Natividad Dumas, viuda de Pérez de Aranda y demás señoras de la Junta Directiva, así como cuantas personas han cooperado para dar mayor esplendor a tan solemnes cultos. M. C. L. Cabra, marzo, 1930. QUINARIO SOLEMNE El día 12 del actual, a las 7 de la noche, dará comienzo en el convento de Monjas Agustinas, de esta Ciudad, el solemne quinario que la Asociación y visita domiciliaria del Santo Cristo de la Agonía, dedica a su titular en el presente año de 1930. Habrá sermón todas las noches, ocupando la cátedra sagrada el elocuentísimo orador sagrado Licenciado y Dr. D. Victoriano Ruiz