LA OPINION OPERACION ABUELO El pasado 15, señalado internacionaímente para honrara nuestros mayores, se celebraron diversos actos en homenaje a los ancianos. Nuestra popular emisora «Radio Atalaya» se sumó a la campaña con el «Angelus» que nos complacemos en insertar: Otra vez los viejos son noticia Y otra vez volvemos nuestra atención, con cariño, hacia nuestros amigos los ancianos. Por iniciativa de las Emisoras de la REM, va a celebrarse en toda España la IV «Operación Abuelo». Nosotros no podemos menos que poner también nuestro pequeño granito de arena en esta ya fa mosa operación, tan profundamente cargada de valor humano. Los hombres de hoy, los que aún pensamos qus tenemos mucha vida por delante, los que podemos subir hasta la cumbre de la montaña sin notar fatiga ni cansancio alguno, tenemos para ellos, para todos los abuelos de España y del Mundo una deuda inmensa que saldar. Todos los años la operación abuelo se celebra justamente en el centro del Otoño. Me parece todo un simbolismo. Otoño es también, como la vejez del año. La tierra fatigada por el parto feliz de las cosechas también parece vieja, rugosa, sin vida. Se nos muere a chorros la vida sobre la tierra. Los árboles pierden el color de sus caras, como si una tuberculosis galopante se empeñara en matarlos. También la vejez es como el Otoño de nuestras vidas; es como un atardecer de agosto en que la luz se niega a morir agarrándose a las crestas de todos los montes, prolongando indefinidamente su agonía La operación abuelo no viene a decirle su último adiós a los ancianos, muchos de los cuales, gracias a Dios, seguirán muchos años entre nosotros. No se trata de una despedida dolorosa. Se trata de un homenaje. De un homenaje a quienes al fin y al cabo le debemos todo, después de Dios. Merecido homenaje este que ahora se intenta hacer al hombre más anciano de la provincia— de cada provincia—. El anciano a quien el año pasado se le tributó, como símbolo de todos, este acto de cariño, se llama D. Pedro Villegas Centella y tiene nada más y nada menos que ciento trece años, y al parecer una salud envidiable. ¡Cuánto no habrá visto, gozado y sufrido el buen amigo D. Pedro! Gran idea esta de la «Operación Abuelo». Pero me voy a permitir romper ahora una lanza más en favor de todos los ancianos. Creo que sin perder el sentido con que se creó debería ampliarse sus horizontes. A mi modo de ver, y coincidiendo con esa «Operación» debería celebrarse el «Día Nacional del Anciano» Un día en el que toda España, todos los pueblos, todas las familias se volcarán en agasajos a quienes dejaron la impronta de su servicio, de su trabajo y de su vida, en aras de un Mundo más desarrollado, más justo, más divi no. Todos los hombres tenemos una deuda inmensa que saldar con todos los ancianos de la Tierra, pero de un modo más especial con los más particularmente nuestros. Y esta deuda yo la centraría en tres o cuatro puntos claves: 1.°, agradecimiento, (ya lo dije antes). 2.°, comprensión. Com- PARA 1971 Tacos del Corazón de Jesús . Agenda de la Sección Femenina Librería GÓMEZ CORDÓN Aniversario El próximo día 25 de los co« rriéntes hará un año que entregó en Pamplona su alma a Dios, a los 58 años de edad, nuestro entrañable amigo, el Rvdo Padre Maximiliano Rubio Rubio, redentorista. En el transcurso del primer año de su ausencia corporal de este mundo hemos recordado todos los días al padre Rubio a quien estábamos unidos desde hace muchos años por sincera y leal amistad, por lo que lo considerábamos como un miembro más de la familia. Por ello el vacío que ha dejado lo hemos sentido muy de corazón y su falta la seguiremos notando en años sucesivos. No en balde el Señor lo había dotado de un gran celo apostólico, entregándose siempre al prójimo con gran cariño y amabilidad, que irradiaba con alegría, con esa gran alegría del que está en gracia y al servicio de Dios. Con este motivo reiteramos nuestro sincero pesar a sus deudos y pedimos a nuestros lectores lo tengan presente en sus oraciones. prensión hacia sus achaques. Comprensión hasta de sus manías. De unas manías de los que ellos, como los niños, no son responsables. 3.°, delicadeza exquisita en el trato que les damos. No demos nunca la sensación de que nos estorban. Nada les duele tanto como sentirse estorbo, como el verse rechazados, ^hacerles la vida lo más amable que podamos. Creo que en esos cuatro puntos se podría centrar no ya la celebración de un Día sino todo un programa, toda una meta justa, a conseguir en todos los hogares. Que estas pobres ideas sean para todos, como una llamada que Dios hace a vuestra puerta. Una llamada que a la larga también nos favorecerá a nosotros mismos. Pablo Moyano Llamas Párroco