LA OPINION Simpáticas señoritas a la vez que notables artistas en el arte de Sta. Cecilia, prestarán su valiosísimo concurso a nuestra popular por más de un concepto agrupación Filarmónica, dando así la nota poética que la mujer presta a todos los actos que honra con sU presen- ..©ia,- - -- - . — • — ------ *- Aún recordamos con verdadero deleite las agradables veladas que esta notable Sociedad ha dado en nuestro teatro, ya con fines benéficos, ya con otras miras altruistas y siempre instructivas y aquellas otras que, para solaz de sus socios y las familias de éstos ha celebrado en su domicilio, realizando el hecho conmovedor, hermosísimo de ver congregadas en sus salones en amalgamado conjunto, todas las clases de la sociedad, desde la más encopetada aristocracia a la de,condición más humilde. ¡Lástima grande es que veladas de esta índole no se repitan con la frecuencia que fuera de desear! Y se nos ocurre preguntar a la Junta Directiva y al Director Artístico de este Centro: ¿no pudiera organizarse un festival en el Teatro de Verano, con el mismo programa que ha de servir para esta velada? Así podrían disfrutar de él todos aquellos que no son socios del Centro, en lo que seguramente tendría gran satisfación todo el pueblo, a la vez que los productos líquidos que resultasen podrían servir para el fomento y ampliación de las enseñanzas que esta Sociedad tiene a su cargo y de que tan beneficiosos resultados son de esperar en un lapso de tiempo relativamente corto. Y hacemos punto final prometiendo a nuestros lectores, para el número próximo, un bosquejo, siquiera sea ligero dada la premura del tiempo, de la simpática fiesta que ha motivado estas líneas. Crónica Religiosa LA NOVENA En la Iglesia de Santo Domingo, donde de continuo brillan la distinción, elegancia y el buen gusto, tuvieron lugar en la semana anterior los que anualmente dedica el clero adscripto a ella en honor del Santo titular. Dió principio la novena el día 27 del finado Julio, terminando el domingo 4 del actual. Los ejercicios de tan solemne fiesta se llevaron a cabo a las 7 y media de la mañana, viéndose favorecidos por público numeroso y distinguido que asistió fervoroso a las prácticas religiosas. El altar, como siempre, alhajado con gusto y arte y, en general, el aspecto del hermoso templo, superior a todo encomio. SOLEMNES VÍSPERAS A las cuatro de la tarde del día 3 se cantaron solemnes vísperas, con asistencia del clero de ambas parroquias que acudió en masa, prestando esta concurrencia al acto gran solemnidad y extraordinaria brillantez. Hacía muchos años que el que esto escribe no había presenciado fiesta tan suntuosa e interesante. LA FUNCIÓN PRINCIPAL Con exposición de S. D. M., el pasado domingo a las 10, asistimos a este acontecimiento religioso, uno de los más atrayentes y vistosos que aquí han tenido lugar desde hace bastante tiempo. Se cantó a toda orquesta la misa de Solís grande, y justo es declarar en honor de los artistas que en la ejecución tomaron parte, que la orquesta estuvo a gran altura y que en las voces e instrumentos observamos mucha afinación, gusto exquisito y filigranas de ejecución. En el ceremonial de la misa ofició de Preste asistido por los presbíteros señores Caballero y Gómez, el digno párroco de la Asunción D. Andrés Caravaca, a quien galantemente cedió este honor el virtuoso párroco de Santo Domingo, D. José Aparicio. Actuaron de caperos asistentes, don Francisco J. Luna, Capellán de las monjas descalzas y D. Pedro Pedrosa, coadjutor de Santo Domingo. De maestro de ceremonias estaba el sacerdote D. Antonio Ortiz, coadjutor de la misma. El golpe de vista del templo cuando el celebrante alzaba, sorprendente y conmovedor. El cuadro en su tonalidad, magnífico, el fondo ideal, perspectiva brillante, el coiorido deslumbrador. EL SERMÓN El de esta solemnidad estuvo a cargo del Rdo. padre Estanislao Sanmartín misionero ilustre del S. C. de María. Con acentos de profunda convicción, frase poética, elevación de concepto y mirada atenta al pasage bíblico c y con esto podremos emplearnos enteramente en la oración y predicación de la palabra divina> el eximio panegirista hizo una oración sagrada modelo, que el numeroso público que llenaba el templo oyó con' creciente interés, quedando cumplidamente satisfecho. , 1 En la parte expositiva de las excelencias de la oración y predicación para alcanzar fines religiosos, y excitación a practicarlas cada cual a su manera, el orador excediéndose a sí mismo, por decirlo así, rayó a gran altura en sentidos párrafos que conmovieron y cautivaron. Por último, cantando las purísimas virtudes del santo titular, su vida ejemplar, castísima y los esfuerzos titánicos, colosales de su palabra poderosa principalmente contra la secta de los albijenses, cuyos errores pulverizó, adujo ejemplos y enseñanzas en forma escultural, inimitable. ¡Lástima grande que el visible cansancio laríngeo ocasionado sin duda por el exceso de predicación, fatigara pertinazmente al orador, dejándole cuando esforzaba la voz casi afónico, circunstancia que en cierto modo deslucía tan hermosa y sentida peroración! Y con sinceros aplausos al clero de ambas parroquias por el alto ejemplo de concurrir a la función y vísperas, con aumento de esplendor, brillo y suntuosidad del culto, al párroco de Santo Domingo Sr. Aparicio, organizador de estos y a los que han coadyuvado, se despide hasta la semana próxima. M. MORA. Tren militar.— Soldado herido.— Patriotismo infantil.— De la estación al hospital.— Rasgos de altruismo. En esta estación férrea ocurrió en la tarde del día 6 del corriente un suceso que, por fortuna, no ha tenido las graves consecuencias que se temieron en un principio. Un tren militar pasó por dicho lugar a las siete de la tarde próximamente, deteniéndose el tiempo necesario para la provisión del agua para la caldera.. Los soldados bajaron al andén, y con motivo de encontrarse en el referido sitio los niños qüe componen el Batallón infantil con su celoso Director don Amador Romero, descansando de las fatigas de un paseo militar, tropa y oficialidad se solazaron con los pequeños reclutas, que hicieron ante los veteranos de Africa algunos movimientos que por estos fueron aplaudidos con palmas y vivas a la Patria y al Ejército. Al partir el tren, y como quedaran algunos soldados rezagados, el cabo de Guadalajara núm..20, Esteban Martínez y Martínez se cogió tan precipitadamente y con tan mala fortuna al pasamanos, que fué despedido por la portezuela, chocando con el soporte de la manga. Fué tan grande el golpe, que el infeliz cabo cayó pesadamente al suelo, presa de conmoción cerebral, y vertiendo abundante sangre por las heridas que se hizo en la cabeza y cara. Paró el maquinista el tren al apercibirse del accidente, y acudió la benemérita de servicio y la oficialidad de la tropa expedicionaria, y acto seguido se organizó la conducción del herido a la población, después de la cura provisional. A falta de personal que pudiera encargarse de conducir la camilla, los niños del Batallón, demostrando ya las excelencias del compañerismo, se cogieron a los barales en número suficiente para hacer el recorrido con probabilidades de éxito. A quinientos metros de la estación acudieron cuatro hombres que, con igual solicitud que los pequeñuelos se encargaron entonces del herido hasta dejarlo en el Hospital, donde se le prestaron por el forense señor Soca y personal a sus órdenes toda clase de cuidados. Gracias a éstos, hoy se encuentra el referido cabo muy mejorado, y en breve emprenderá para su casa el interrumpido viaje. Nos consta que, tanto el bizarro oficial D. Amador Romero, como algunos de los reclutas por el dirigidos, han visitado varias veces al paciente, datos que acusa lo arraigado de su patriotis¬ mo y su exquisito amor a la humanidad. De lós más constantes en el cumplimiento de este deber han sido Antoñito Albornoz Zejalvo y Pepito Cabello Blanco, comandante y capitán, respectivamente, del simpático Batallón, y en sus visitas han ofrecido al cabo Martínez algunos regalos en metálico y tabaco. También nos consta que la pareja de Guardias Civiles hicieron lo posible por facilitar la traslación del mismo; por cuyos motivos, esta Redacción los felicita y se complace en hacer pública su satisfacción. H UMlfl HDVEDflD MANUEL CORDÓN. Como ocurre siempre en casos análogos, el llamamiento de la Junta festejos al pueblo de Cabra en beneficio de la fiesta organizada en el teatro de verano en la noche del 3 del actual, dió excelentes resultados. El pueblo de Cabra, siempre grande noble y generoso cuando se trata del interés general o ideales patrióticos, acudió en pelotón, en imponente masa al aludido teatro. Las sillas, las localidades todas (y hasta huecos para estar de pié) eran solicitados, o mejor arrebatados de manos del taquillero que, a duras penas, -podía atender demanda tan inusitada. En la calle de Sagasta, la cola de solicitantes, no tenia fin; el interior del local, abarrotado, completamente lleno; y tan impetuosa era la corriente del pueblo hacia dentro que, obrando con prudencia, la Comisión organizadora creyó un deber suspender la venta y cerrar la taquilla. Con ello, si bien es verdad que dejaron de ingresar varias pesetas, aseguró con aplauso general y unánime, el oraen, la comodidad y la cultura del espectáculo. Merecen aplausos calurosos que efusivamente tributamos, los dueños del teatro Sres. Blanca Cordero, Sánchez y López; los pequeños artistas y su director Sr. Má'uriz, la sección del Centro filarmónico formada por los seño resD. Francisco Moral León, D. Antonio Mora Roldán, D. José Mellado Serrano, D. Antonio García, D. Julián Avellán Muñíz, D. Antonio Murillo Payar, D. Luis Flores Leña, D. Antonio Lozano Muñiz, D. Rafael González López y D. Rafael Muñiz. El dependiente encargado de la maquinaria del teatro Rafael Muñiz, cedió de su haber una peseta; Angel Gómez Coronado, taquillero, todo su haber, Valentín Ramírez, avisador, cedió de su haber una peseta; el portero cedió todos sus derechos. D. Manuel Luna, representante de la Empresa, su haber; D. Manuel Cordón, el importe de 1000 octavillas, y el industrial D. Manuel Manchado cedió sin interés las sillas que hacían falta. Los merece igualmente la Junta de festejos y en especial la comisión or- s 1