LA OPINION Noeva capillo en la barriada de Francísio Franco El próximo domingo día 12 será inaugurada la capilla que provisionalmente se ha habilitado en una de las casas que el Iltmo. Ayuntamiento de esta ciudad ha cedido para tal fin. Ello ha sido posible gracias a la subvención concedida por la Delegación Nacional de Sindicatos por orden de ese ilustre egabrense que es el ministro secretario general del Movimiento, siempre atento a las necesidades de nuestro pueblo. La adaptación se ha hecho lo más adecuada a las necesidades de la barriada y dentro de su carácter provisional. Será inaugurada probablemente por el Sr. Obispo de la Diócesis y a ella asistirán también los padres redentoristas que tuvieron a su cargo la misión en dicha barriada y el clero local. No tenemos que decir la satisfacción que ello supone para esta Organización Sindical y en nombre de ella dárnoslas gracias a todos los que han puesto su grano de arena en la consecución de dicho fin, empezando como es natural por nuestro querido delegado nacional y sin olvidar a los Sres. de Pallares (D. Luis) por su importante colaboración. Esta Delegación espera que el día 12 sea una fecha inolvidable para toda la laboriosa barriada y Cabra en general.— El delegado comarcal Sindical, /osé Rodríguez Millán. Homenaje al laureado Cenfro Filarmónico ( Viene de la última página) Y las cabezas nevadas de entonces ya no están en el mundo délos vivos, pues en nuestro peregrinaje por la vida se nos quedaron en el camino el maestro Moral, fundador de esta cultural sociedad y a la que durante más de ocho lustros infundiera vida y' aliento; el padre Pena, sacerdote virtuoso y culto; don Rafael Navarro, el sapiente castellano de alma andaluza, que se adentró de lleno en Cabra y en sus instituciones; Eduardo Sánchez, a quien un día le estalló el corazón henchido de amor patrio...; Antonio Albornoz, muerto también con gloria por España, no sin haber dejado aquí huella de su arte; y tantos y tantos como con nosotros convivieron en aquellas inolvidables jornadas de las cruces de mayo, abrillantadas por tantísimas chicas guapas como concurrían vestidas con trajes de faralaes; en las fiestas valerianas en las que nos deleitaba don Angel Cruz Rueda— nuestro don Angel— con su elocuente decir o con su pluma, florida y garbosa, mojada en el mar salado de su saber abundoso; en aquellos actos literario-musicales en los que alternaba la música del Centro con la de los inspirados versos del autor del «Cancionero de Anzur», bello pórtico que ponía nuestro poeta a aquellos conciertos, de imperecedero recuerdo. Pues bien, todo esto se repite hoy por estas cabezas juveniles que nos han superado reverdeciendo los viejos laureles con esa triunfal actuación de Madrid — por citar sólo lo más reciente— en donde el Centro acrecentó su ya sólido prestigio. Y es que el competente e incansable director artístico, mi compañero de serenatas por esas calles de Dios en aquellas noches veraniegas, se entregó en cuerpo y alma a su artística tarea para que el Cuadro fuera esta espléndida realidad, gloria de Cabra. No cabe duda que la agrupación tiene una solera que no se extingue con el decurso del tiempo, de ese tiempo implacable que todo lo destruye, según afirma Antonio Machado en unos maravillosos versos suyos que dicen: El tiempo rompe el hierro y gaita los marfiles. Con limas y barrenas, buriles y tenazas, el tiempo lama obreros a trabajar febrilet, enanos con punzones, y cíclopes con mazas. El tiempo lame y roo y pule y mancha y muerde; tocaba el alto muro, la piedra agujerea, apaga la mejilla, abrasa la hoja verde, sobre las (rentes clava los surcos de la ¡dea. Pues de todo esto salió vencedor el Centro Filarmónico, Pasarán las personas y los que ayer éramos «testas juveniles» hoy somos cabezas nevadas y mañana, un mañana más o menos lejanos, sólo existiremos, si es que existimos, en el recuerdo. Mas la cultural sociedad perdurará unas veces con vida próspera y floreciente; otras, con una existencia menos fácil, avanzando por un camino áspero, surcando las aguas como el velero que tiene que cumplir su singladura bogando contra el viento, pero sin arriar nunca la bandera del arte. Porque el arte y el Centro están metidos en la medula, en la entraña misma del pueblo de Cabra, Nuestro fraternal y querido compañero fue muy aplaudido al final de sus palabras. Se adelanta luego el celoso párroco de Santo Domingo quien con frases bellas comienza aludiendo al magnífico escenario que se le había buscado a este justo homenaje que se rendía a la cultural sociedad que siempre estuvo dispuesta a prestar su colabora¬ ción para cuanto se le requería. Añade que siente mucho cariño por el Centro y no sólo por estar enclavado en su feligresía sino por el contacto casi cotidiano que tiene con sus más representativas figuras, «Por eso— agregó— quisieron que los acompañara a Madrid y ello me permitió ser testigo de la triunfal actuación de los artistas en la capital de España, donde tan alto pusieron el nombre de Cabra». Alude a la serenata que dieron al ministro, a quien se le había hecho entrega de la reproducción de nuestra Patrona, que está tan fielmente representada que se diría que es un beso escapado de labios de la Virgen de la Sierra que se deposito en el hogar del ministro. Terminó diciendo que el cultivo del arte acercaba a Dios. Fue calurosa y largamente aplaudido. A continuación el alcalde de la ciudad leyó las siguientes cuartillas: Hoy amigo Paco González Prieto, nos encontramos, por azar de esta vida, bis a bis, aunque gracias a Dios en muy distintas circunstancias. Han pasado ya algunos años y a pesar del tiempo transcurrido, pesa en mi alma el deseo de que sepáis, que siempre os admiré por vuestra constancia y vuestro desinteresado entusiasmo, y que siempre me tendréis a vuestro lado, Cn la alcaldía y fuera de ella, porque esta es función de interinidad, como uno más, aprestaros la colaboración a que tenéis derecho, A mí. a nosotros mejor dicho, nos quedó ese sinsabor que la decisión de todo mando lleva consigo, pero que la mutación de los hechos y circunstancias nos ha venido a deparar, precisamente para tí y para mí, esta agradabilísima e inolvidable noche, que, representando, por lo que respecta a mí el sentir de la Corporación, que entraña el nombre de todo el pueblo de Cabra y por lo que a tí respecta la idealización espiritual con que nació el Centro Filarmónico Egabrense, y que ha mantenido a través de sus cincuenta años de existencia, como lo ha demostrado con sus apoteósicas actuaciones y galardones obtenidos, últimamente en la 1.a Demostración Nacional de Coros y Danzas, donde el nombre de Cabra tan bien ha quedado y tanto ha ¿norgullecido a nuestro ministro, He querido al proponer la moción al Pleno Municipal, que el homenaje consistiera, a más del pergamino maravilloso que el artista Alfonso Santiago ha realizado con esa maestría tan suya, en donde conste el sincero yafectuoso sentir de todo un pueblo, que vuestra enseña, símbolo genuinamente representativo, tantas veces paseada de triunfo en triunfo y de generación en generación