LJ±é DECENARIO DE LA VIRGEN OE LA SIERRA DIRECTOR PERPETUO: t DON MANUEL MORA AGUILA R AÑO XLVIII NÚM. 2.092 - CABRA17 DE.ENERO DE 1961 - DÉP. LEGAL CO. 65. 1958 Cabra rinde un sarinoso homenaje al ilustre maesíro Dod Francisca Molina Benílez, con niotif o de su jnbilaciiin En las primeras horas de la tarde del pasado domingo día 8, un nutrido grupo de antiguos alumnos, amigos y compañeros de D Francisco Molina, le ofreció un vino de honor, al cesar en la dilatada labor que durante 47 años hd venido ejerciendo con tanto celo y competencia. El acto se celebró en el amplio comedor del Real Colegio que fue insuficiente para contener a las numerosas personas que se congregaron en torno al esclarecido educador, y que pasaba de los dos centenares. Con el hom?najeado ocuparon la mesa presidencial el alcalde de la ciudad, D. José María Muñiz Gil; director del Instituto de Enseñanza Media «Aguilar y Eslava», D.José Diez; presidente del Patronato del Real Colegio, D. Rafael Blanco; párrocos de Santo Domingo y los Remedios, respectivamente, Rvdos. Sres. D. Miguel Sánchez y D. José Burgos; director del Grupo Escolar «Nstra. Sra. de la Sierra», Sr. Nieto Fernández; y del de «Andrés de Cervantes». Sr. Flores Poyato. Entre la concurrencia vimos a destacadas personalidades de la localidad, así como al Claustro de la docta casa. En primer lugar el Sr. Nieto Fernández leyó las numerosas adhesiones, todas expresándose en tonos muy cariñosos hacía el Sr. Molina. Seguidamente D. Rafael Flores ofreció el homenaje con unas sentidas cuartillas en las que enumeró la labor desarrollada, dando las gracias «a este maestro de maestros» porque había prestigiado al Cuerpo. Fue muy aplaudido. A continuación el P. Burgos, director espiritual del Centro, y antiguo alumno del Sr. Molina, ensalzó sus dotes pedagógicas con atinadas frases que merecieron cálidos aplausos de la numerosa concurrencia. Después el di¬ rector del Instituto también habló con elogio de la admirable tarea realizada por el Sr. Molina, subrayando el prestigio que había dado a la preparatoria del Instituto y del honor que representaba haber sido alumno de ella. Refiriéndose al momento trascendental de la jubilación, dijo que representaba la llegada de un merecido descanso, pero también la interrupción en la labor cotidiana que lleva a una forzosa ociosidad para la que no se está preparado, añadiendo que a D. Francisco le sobran recursos para llenar esta inactividad y hacerla fecunda. Se refiere a sus dotes pedagógicas y a su abierta y ancha humanidad que le hacían un contertulio amenísimo y un cultivador del noble sentimiento de la amistad, poniendo de relieve que también llevaba dentro un artista para el que no había tenido secretos el difícil arte de la fotografía. Termina pidiendo a Dios le conceda salud y larga vida; fué muy aplaudido. El alcalde de la ciudad, D. José María Muñiz, recordó que el homenaje se celebraba en una fecha señalada para la Iglesia Católica: el día de la familia, que por primera vez se conmemora también en España. Se congratula de que tras de una fecunda labor docente que él, como antiguo alumno recuerda con mucho cariño, goce de un merecido descanso. Termina proponiendo se solicite para D. Francisco la Cruz de Alfonso X el Sabio, por su dilatada y eficiente labor en la formación de la juventud. Fue muy aplaudido. Por último, D. Francisco Molina, visiblemente emocionado, dio las gracias por el homenaje que consideraba inmerecido, aunque con él se quisiera celcr brar el que Dios le hubiera con- IF-ILATÉILICOS! Sellos para colecciones nacionales y extranjeros. Librería y Papelería GOMEZ Juan Ulloa, 44 - Tfno. 12 cedido vivir setenta años, cuando tantos queridos amigos y compañeros se habían quedado atrás en el camino de la vida. No consideraba ningún mérito haberse pasado casi medio siglo bregando con chiquillos, pues si esto era lo que se festejaba, su labor docente nunca le había sido pesada, ya que como decía el gran «Lagartijo» «hay gente pa tóo». Toda profesión, por penosa que sea, tiene su encanto, su poesía, si se sabe practicar con amor, con alegría, con generosidad, con paciencia y al dedicarse a la noble tarea de educar, consciente de su responsabilidad ante Dios y ante los hombres, puso amor, paciencia, alegría y generosidad, por su propia estimación. Siempre había sido su deseo conseguirlo plenamente. Su mayor alegría y su mejor recompensa, sería saber que los que fueron sus alumnos conservaban un grato recuerdo de él y si no fuera mucho aspirar, que en sus corazones quedase un recuerdo para aquel don Francisco que siempre los trató como un padre. Terminó diciendo que nunca olvidaría aquellos momentos y dando muchísimas gracias a todos. Fué largamente ovacionado. LA OPINIÓN, que repetidas veces ha honrado y enriquecido sus páginas con las bellas fotografías de tan esclarecido educador, le desea una dilatada vida para que goce del merecido descanso. OPERACIONES INMOBIUARUS Compra y oerjfa de f incas rústicas y urbanas Avenida Je Medina Aialitra, núm 10 Teléfono 24917 - CÓRDOBA