LA OPINION por nuestras calles egabrenses y fuera de ellas, fuese coronada por una corbata con flecos de oro para que quede prendida como expresión sensible de todo nuestro afecto y de nuestro reconocimiento a vuestro laborar silencioso en el bellísimo arle de la música. La corbata que va a enseñorear vuestra bandera es roja, que en las virtudes significa la caridad y de las calidades mundanas la valentía, la victoria y el honor, y también verde que es señal de vida y juventud de esperanza y lealtad, colores con que se adorna v blasona nuestro escudo de armas egabrense, y que os son apropiados a todos vosotros, como lo habéis demostrado tantas veces en vuestra ya larga vida artístico musical. Por ello y porque todo homenaje entraña orgullo y amor propio, que sentimos nosotros como egabrenses con respecto a vosotros, es por loque ha habido nobleza en este homenaje, y para vosotros, supone el que una Corporación Municipal consciente, haya ponderado y valorado vuestro trabajo. Recibid pues, el testimonio y la gratitud de todo un pueblo Valeriano, que os admira y os aplaude, y sabed también que unido mi sentir al de ese gran egabrense que tanto os admira y tanta preocupación siente por vosotros nuestro Pepe Solís, que desde este sillón de la Alcaldía recibiréis la merecida protección que vuestro anhelo espiritual y vuestro trabajo merecen. Al final de sus palabras hizo entrega al presidente del Centro, don Francisco González Prieto, del artístico pergamino obra acabadísima del notable pintor Alfonso Santiago, mientras la concurrencia aplaudía calurosamente. Anteriormente, nuestra primera autoridad local había impuesto a la bandera de la agrupación la corbata. La enseña filarmónica era portada por don Francisco Moral Espejo, hijo del fundador del Centro, de tan grato recuerdo en Cabra, escoltando a la bandera las gentiles señoritas Lili Salamanca Cantero y María Garrido Rodríguez, tocadas con la españolísima mantilla. Finalmente el presidente del Centro, don Francisco González Prieto, dió las gracias con las siguientes cuartillas: Iltmo. Sr, Alcalde de Cabra, señores concejales, dignísimas autoridades, señoras y señores: Desde el día que tuve el honor de ser elegido, para compartir con mis compañeros de junta, la presidencia del Centro, la fecunda y grata tarea de esa Casa, hasta el día de hoy, en que se celebra un acto en su homenaje, han pasado bastantes años. A mí, con todo, aún me parece que fué ayer. Me hallé entonces, y aún me encuentro hoy, turbado por ei halago y la sorpresa, ahora, en este ac¬ to, embargado por el agradecimiento y el temor... No sería yo sincero si no pregonara a los cuatro vientos que, durante todo el tiempo de mi presidencia, he tenido que ir muchas veces a la Alcaldía de Cabra, he tenido que pedir muchas veces, he tenido que llamar a sus puertas; pues bien, siempre las encontré de paren par y tras de ellas, siempre, un alcalde generoso, presto a amparar mi petición en favor del Centro, percatado y enamorado de la importancia de su presencia y supervivencia. Desde aquí, públicamente, cumplo un honroso deber al dar las gracias a los diversos señores, que desde mi presidencia, ostentaron el cargo de alcalde y presidieron nuestro Ayuntamiento, Mas he tenido que ser este Ayuntamiento de hoy, presidido por Pepe Muñiz, precisamente por Pepe Muñiz, el que nos agobiara con el homenaje que ahora agradezco. Tuvo que ser este alcalde, dinámico y egabrense por los cuatro costados; este alcalde que nos está haciendo espectadores del milagro de la resurrección de nuestro pueblo, que todos sabemos, que todos percibimos. Una secreta palpitación, un hondo y callado estremecimiento, un vital anhelo que toma mil formas diferentes, algo que es a la vez estrépito de trabajo material y aleteo de ilusiones grandes nos lo están anunciando, nos lo están ya diciendo a diario. Por eso este Ayuntamiento debe el Centro Filarmónico gratitud muy especial e imperecedera. Lástima que mis pobres palabras sean las encargadas de agradecer los grandes beneficios, favores y piropos derrochados aquí esta noche sobre nuestra Sociedad. Mas aunque torpes son sinceras Bsté seguro el Iltre. Ayuntamiento de Cabra, esté segurosu dignoalcalde, este hombre, repito, capaz de convertir en cien mil realidades tangibles lo que simplemente enunciado pudiera parecer quimera de la fantasía estén seguros todos que este pergamino y esa corbata impuesta a nuestra bandera son más que bastantes no sólo como recompensa de loque hayamos hecho hasta ahora, sino como estimulo y aliento para lo que vayamos de hacer en lo porvenir; recojo vuestro ofrecimiento y buenos propósitos para con el Centro. Gracias, una vez más, y estad seguros de que siempre nos hallaréis dispuestos a unir nuestra voluntad y nuestro entusiasmo a todo aquello que pueda con tribuir, en Cabra, a su mayor prestigio, encanto y gloria. Una gran salva de aplausos puso fin al acto. En la terraza de los Grupos, el Centro Filarmónico obsequió espléndidamente a las autoridades y demás invitados al acto, que se desarrolló en un ambiente simpatiquísimo, y al que se adhirieron gran número de entusiastas déla cultural Sociedad. En él el Alcalde leyó las cuartillas que reproducimos e hizo entrega al Director del Cuadro, Pepe Rodríguez, de un reloj de oro, con sentida dedicatoria, regalo de la Corporación por su meritoria labor. Para tí, Pepe Rodríguez, van estas sencillas pero cálidas palabras llenas de afecto y admiración, que en mi propio nombre y en el de la Corporación Municipal que me honro en presidir por tu labor callada, silenciosa pero magníficamente fructífera, que llevas a cabo al frente de tu laureado Cuadro Artístico, te ofrezco hoy, honrándome al homenajear a un hombre sencillo, bondadoso y sobre todo filarmónico cien por cien, que has llevado el nombre de Cabra engarzado en las notas musicales de tu batuta en la 1.a Demostración Nacional de Coros y Danzas, y en el concierto que manífieamente diste en la Casa de Córdoba, donle el desgranar de las notas de tus muchachos y las armoniosas voces de tantas muchachas bonitas, hicistes rememorar a más de un centenar de egabrenses, en aquellas tierras de Castilla, tiempos atrás de su estar en esta bonita tierra egabrense. Recibe este obsequio, pequeño, para loque tú te mereces pero que se ha querido que sea de oro, porque siendo un metal precioso, simboliza de las virtudes la justicia, la benignidad y la bondad, y de las calidades mundanas, la nobleza, la generosidad y la constancia, circunstancias, no accidentales en tí, y que retratan tu manera de ser callada, honrada y laboriosa, Al respaldo llevas nuestro escudo egabrense y una pequeña dedicatoria que entraña todo el sentir de una Corporación Municipal y de tu pueblo. Pepe Rodríguez, visiblemente emocionado, dió las gracias por este homenaje del que hacia partícipe principal a los componentes del Cuadro a los que había enseñado todo cuanto sabía; prometió seguir laborando con todas sus fuerzas porque el Cuadro Artístico siguiera su marcha ascendente para gloria de Cabra Ambos fueron muy aplaudidos. En el transcurso del ágape, Alfonso Santiago, con una pericia de locutor veterano, interviuvó a diversos asistentes íntimamente relacionados con el Centro unos y simpatizantes otros. Todos es- cuharon grandes aplausos. Felicitamos a la Corporación Municipal por el feliz acuerdo y al Centro Filarmónico por esta nueva jornada triunfal, (Inlormaciia gráfica loto Moreno) ímp. CORDON - Cabra